Tras el dedicado a niños, Mar Castro centra en los jóvenes su nueva obra sobre protocolo
18 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.«Yo pensaba que el protocolo era otra cosa». Esta es la frase que María del Mar Castro Maestre más veces escuchó pronunciar a las decenas de jóvenes con los que habló para documentarse antes de escribir su nuevo libro. Una obra, Protocolo social para jóvenes , que empieza precisamente con esa frase.
En estos tiempos en los que «la juventud ha perdido las formas, pero nadie hace nada», la autora, especialista en protocolo social, saca a la luz un libro «que ayuda en la formación humana de los adolescentes».
Como reconoce la propia Mar Castro, en este libro relata un montón de vivencias y cuenta qué piensan los jóvenes de muchas cosas, pero sobre todo aborda infinidad de temas. Así, después de hablar de la simpatía, la naturalidad, el sentido del humor, el autocontrol, la seguridad en uno mismo, la cortesía, la sonrisa, la gratitud, la responsabilidad, la puntualidad, el respeto y la elegancia, se refiere a la manera de comportarse en todo tipo de situaciones, ya sea en lugares públicos, en reuniones familiares o sociales y en otra clase de actos y eventos.
Citas y anécdotas
En Protocolo social para jóvenes resulta llamativa la gran cantidad de citas, cada una apropiada al correspondiente apartado. La autora, a la que le encantan las citas, afirma: «porque a un joven no le vas a dar una cita, que le dé que pensar». En este libro las hay breves: «No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa» y un poquito más largas: «Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía». También abundan las anécdotas referidas a célebres personajes, como Alexander Fleming o Winston Churchill, a las que recurre la autora para ejemplificar algunas de las cuestiones a tratar.
Palabras mágicas
Perdón, por favor y gracias, son las que Mar Castro denomina palabras mágicas y que recomienda emplear a diario.
A algunos aspectos que la mayoría de los jóvenes consideran hoy en día pasados de moda, también les dedica esta experta en protocolo un capítulo en su nuevo libro. Es el caso por ejemplo de la costumbre de ceder el paso, que según Mar Castro, «se ha perdido su puesta en práctica, pero sigue siendo un síntoma de respeto y educación». Así las cosas, la autora lucense recuerda que «cuando vayas a pasar por una puerta y se acerque en sentido contrario una persona mayor o discapacitada o una mujer, permíteles pasar primero. Si cuando vas a entrar en un establecimiento coincides con otro que va a salir, ten en cuenta que hay que dejar salir antes de entrar. Y si olvidas quién tiene la preferencia, piensa que si el que está dentro sale, queda más sitio para ti».
Lo mismo podría decirse de las fórmulas de tratamiento, cuya aplicación correcta desconocen buena parte de los jóvenes. En el libro, Mar Castro da algunas pautas: «El don se emplea precediendo al nombre y al apellido; mientras que señor va antes del apellido y el cargo». Puntualiza no obstante que este tipo de tratamientos se mantienen en la manifestación escrita, en tanto que en la conversación oral se sustituyen por otras expresiones, generalmente por el cargo de la persona en cuestión.