Un total de diez apicultores participan el próximo lunes en la decimoctava Mostra do Mel de Quiroga. Se trata de un certamen promocional de un producto peculiar, que se comercializa preferentemente en el mercado gallego. No obstante, un 30% también se exporta a otras autonomías, como Cataluña y Valencia.
Los diez cosecheros que estarán presentes en la muestra son: José Río Espada (Pacios de Mondelo); Isabel Marcos López (A Ponte Rodela); Manuel Macía González (As Estradas); Ángel Gómez Martínez (Paradapiñol); Andrés Campo García (Quiroga); Manuel Rodríguez Fernández (Centeais); Agripino Ferreira Machado (Quiroga); María Luisa Fernández Gafo (Caspedro); Blanca Carballo Rodríguez (Quiroga) y Manuel Macía Castiñeira (Quiroga).
A las ocho de la tarde de hoy en la casa de cultura de Quiroga se procederá al sorteo de los puestos de venta y a la entrega de las credenciales. El lunes a las once de la mañana se inaugurará el recinto ferial, y durante toda la jornada se expondrá y venderá la miel y otros productos típicos de la comarca de Quiroga, como licores y vinos.
Los organizadores esperan una masiva afluencia de público, ya que igual que en años anteriores coincide con la feria más importante del año.
Un producto peculiar
La producción de miel en el municipio de Quiroga supera ya las 40 toneladas, de los que 20.000 kilogramos ya son producidos por la Cooperativa Cauru, que nació hace cuatro años.
La calidad de este producto viene determinada por la diversidad de la flora de la zona. Las abejas aprecian fundamentalmente el castaño y la uz, y la miel resultante se caracteriza por su color oscuro, y un sabor y olor exquisitos. Esta peculiaridad lo convierte en un producto muy demandado.
La producción de miel ecológica también es una realidad. Hace dos años fue premiado Manuel Macía, cuya empresa comenzó con unas ochenta colmenas en el año 1996. El año pasado ya llegó a las 900, que se reparten en 16 colmenares. Producen miel de castaño, brezo y polen. Las colmenas de Macía están ubicadas en lugares de Quiroga y de O Courel. De ahí que convivan dos variedades, que mezcladas se traduce en miel de mil flores.
Aunque se vende en la feria, ésta sirve para que los cosecheros establezcan contactos comerciales con profesionales de la alimentación y restauradores.