El incendio que se declaró el martes a mediodía en la montaña del norte de Quiroga seguía encendido a última hora de la tarde de ayer. Sin embargo, el fuego ya no representaba tanto peligro como la jornada anterior. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente lo daba por controlado desde las cinco de la mañana. Al parecer, las fuerzas de seguridad imputan a un empleado del Ayuntamiento de Quiroga la supuesta responsabilidad del inicio del fuego.
A primera hora de la noche, el hombre no había llegado a ser detenido, pero los agentes que investigan las causas del incendio creen que hay indicios suficientes para imputarlo. El alcalde de Quiroga, Julio Álvarez, aseguró no tener constancia ni oficial ni oficiosa de que un trabajador del Ayuntamiento sea sospechoso de haber provocado el fuego.
El incendio empezó a las dos y veinte de la tarde del martes en las cercanías de las casas de la aldea de Leixazós, en una zona escarpada y de acceso complicado por tierra que se encuentra próxima al límite con el municipio de O Courel y las canteras de pizarra a cielo abierto de Pacios. Según se deduce de los datos facilitados por la Consellería de Medio Rural, en el operativo desplegado el martes por la tarde y durante la jornada de ayer han llegado a intervenir más de doscientas personas.
El fuego se propagó con rapidez por los montes cercanos a Leixazós y en los primeros momentos los esfuerzos de los servicios de extinción se centraron en impedir que alcanzase las enormes masas de pinos de repoblación que hay en la zona. Llegada la noche, los aviones y helicópteros que habían ayudado a las brigadas de tierra tuvieron que retirarse, pero la llegada de dos palas excavadoras ayudó a asegurar el perímetro del incendio.