El tramo del río Magdalena cercano a la depuradora de Vilalba volvió a ser escenario de un episodio de muerte de peces. Varias decenas de truchas -en una cantidad que se puede situar entre 50 o 60, según fuentes consultadas- aparecieron sin vida en la mañana de ayer, alrededor de las nueve.
La tormenta caída en la noche del 31 al 1 parece haber sido la causa directa de la situación creada. Como la semana pasada, en las inmediaciones de la depuradora y de la zona del Rañego se veían las truchas, según las fuentes consultadas. En las horas anteriores, en la capital chairega habían caído varios chaparrones que habitualmente generan, más por la intensidad que por la cantidad total de agua, casos como este.
La depuradora se ve incapaz de tratar la totalidad del agua que recibe, con lo que una parte llega al río sin depurar y produce las ya conocidas consecuencias. Miembros de la asociación local de pescadores informaron a la Xunta de lo ocurrido tras haber tenido noticia de la situación.
La cantidad de peces muertos es inferior a la de la semana pasada: si entonces se hallaron muertas varios centenares de truchas -algo más de 300- la cifra de ahora es menor debido, entre otros asuntos, a la muerte de días pasados. Lo ocurrido entonces diezmó de modo notable la población piscícola, pero además volvió a crear malestar en los aficionados locales: alguno aseguró a este periódico que la repetición de ese tipo de situaciones resultaba muy desagradable.