
La construcción colindante es abovedada y tiene similares dimensiones
21 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La bodega monumental que se conserva bajo el monte de la parroquia monfortina de Piñeira, cuya construcción sitúan los expertos en el siglo XVI o incluso en una etapa anterior, linda con una edificación también abovedada de dimensiones y tipología similar. La puerta adintelada existente en uno de sus laterales, que permanece tapiada, conduce a otra antigua cava que posiblemente tenga origen similar. Esta circunstancia podría reforzar al tesis del historiador José Antonio López Sabatel, que considera que en ese lugar pudo ubicarse «un centro principal de recolección y almacenamiento de la renta en vino» procedente de los foros del monasterio de San Vicente o de la casa de Lemos.
En la construcción de ambas bodegas se escarbó la falda del monte hasta dar con la roca madre, por lo que su longitud ronda los veinte metros. Las edificaciones son de piedra cimentada con mortero y están cubiertas por sendas bóvedas, a unos diez metros de altura, provistas de respiradores que salen a una pequeña explanada en la ladera.
Las dos cavidades están situadas en la parte posterior de viviendas cuya construcción posiblemente se realizase en lugar que ocupaban las denominadas antebodegas, una especie de porche que solía situarse a la entrada de las bodegas principales. Los vecinos de mayor edad de Piñeira aluden a la existencia de estos espacios cubiertos y al parecer, aún se conservan restos de columnas, incluidos dinteles, que sirvieron de soporte a esas antebodegas.
Convento de San Antonio
El delegado de patrimonio histórico del Obispado, César Carnero, considera que estas columnas podrían arrojar alguna luz sobre el origen de las bodegas, sobre el que de momento no trascendió ninguna referencia documental. Carnero no descarta, sin embargo, que las antebodegas fuesen añadidos posteriores a las construcciones abovedadas excavadas en el monte, para las que se habrían aprovechado columnas del desaparecido convento de San Antonio de Padua.
Este monasterio, ubicado en el Campo de San Antonio, fue arrasado durante la invasión francesa. Abandonado posteriormente por los monjes, sus restos fueron expoliados hasta que, a finales del siglo XIX, el Ayuntamiento ordenó que fuese demolido. Las columnas procedentes de este convento, en el que estaba el panteón de los condes de Lemos, pueden verse sosteniendo balconadas en varios puntos de Monforte.