
La organización empresarial solo mantendrá oficinas en Lugo
21 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La delegación de la Confederación de Empresarios de Lugo en el sur lucense confirmó ayer que su oficina en Monforte cerrará a partir del próximo mes de enero. Fuentes de la CEL señalaron que la sede de Burela correrá la misma suerte, por lo que las oficinas centrales de Lugo pasarán en el 2014 a ser el único referente para los asociados. Los efectos negativos de la crisis, que afectan tanto al nivel de afiliación como a las ayudas institucionales que percibía la organización, se llevan por delante los servicios comarcales que funcionaron en los últimos años.
«Es una decisión dolorosa, pero no queda otro remedio que tomarla. La situación económica no nos deja otra alternativa», explica Antonio Rodríguez, delegado de la CEL en Monforte. El portavoz empresarial define el cierre de las oficinas en la zona sur como una clausura «momentánea» que se revisará «en el momento en que la situación repunte». «Es un problema con el que se están encontrando muchas organizaciones empresariales ante una coyuntura que nadie se esperaba», añade.
La primera delegación de la CEL en Monforte abrió sus puertas en la avenida de Galicia el 18 de diciembre de 1998. La apertura de las oficinas de la organización empresarial en la zona sur coincidió con un cambio en la directiva, presidida hasta entonces por Hipólito López, que pasó a tener como referente a Jesús Sánchez. Posteriormente, la sede se trasladó a unos locales alquilados por el Ayuntamiento en la planta baja de la estación de Renfe.
Una contratada
En su última etapa, la CEL compartía con el Centro Comercial Urbano y la delegación de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería las dependencias municipales del torreón de la Cárcel Vieja, en el conjunto monumental de Monforte, que albergó hasta su traslado al edificio multiusos las oficinas del consejo regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia. En esta sede, la organización empresarial tenía una persona contratada a media jornada que atendía consultas e informaba a los asociados de cursos, ayudas y otras actividades.
Los problemas para mantener abierta la oficina de Monforte, indica el delegado de la CEL, se fueron capeando hasta que no quedó más remedio que afrontar su cierre. «Se estuvo aguando pero las cosas no mejoran y el nivel de afiliación no da para mantener este servicio», manifestó Antonio Rodríguez.
La supresión «radical» de las subvenciones que se venían percibiendo para el funcionamiento de este tipo de oficinas no deja otra alternativa que aguardar la llegada de «tiempos mejores», según señala el portavoz de la organización empresarial.