
A quince días de la Lotería del Niño, sigue sin saberse quién tiene el décimo del premio especial. A esa duda se añade ahora la de averiguar por qué no lo ha cobrado todavía
19 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Han pasado quince días, pero en el techo de alguno de los bares que más fortuna repartieron todavía se ven las salpicaduras del champán. Son las huellas más visibles de la tormenta de dinero que el pasado día 6 desató sobre Monforte la Lotería del Niño. La mayoría de los cuatrocientos décimos del 76.254 están ya a buen recaudo en los bancos y buena parte de los 120 millones que valían engordan ya las cuentas corrientes de sus afortunados propietarios. Pero queda un misterio por resolver. O mejor dicho, dos misterios.
A la duda de quién será el dueño del décimo premiado con cuarenta millones de euros se le suma ahora otro interrogante. Porque este viernes el organismo público de Loterías del Estado confirmaba que ese boleto todavía no ha sido cobrado. Es un caso poco habitual en la historia de los grandes premios. El también anónimo ganador en Noia de 65 millones de euros en el sorteo de los Euromillones del día 7 ya lo ha canjeado por el dinero.
Decidido a no contarlo
Obviamente, el dueño del quinto décimo de la serie veintiuna del sorteo del Niño no está obligado a darse prisa. El plazo para cambiarlo es de tres meses, exactamente el mismo que para todos los demás premios de los sorteos especiales de la Lotería Nacional. Eso sí, haría falta mucho temple para apurar ese plazo hasta el final sin poner el décimo en un lugar seguro. Y mientras, los rumores sobre la identidad del multimillonario no han dejado de circular, aunque los señalados lo hayan ido negando todos. Quienquiera que sea el dueño de esos 40 millones parece decidido a no contarlo.
Tampoco los ganadores normales, los premiados con décimos de 200.000 euros, se están dando mucha prisa en gastar. Las colas en las oficinas bancarias el día 7 por la mañana demuestran que muchos de ellos sí fueron rápidos depositando sus décimos. Y los concesionarios de coches, inmobiliarias, agencias de viajes... han empezado la cuesta de enero con más alegría de lo habitual, pero en ningún caso las ventas se han disparado todavía.