El curso de raku promovido por la asociación O Colado do Vento empezó a impartirse el sábado en el taller Figulus, situado en la localidad de Corvelle, en la parroquia de Proendos. Durante esa jornada y las tres siguientes, los participantes fueron a este local a modelar diversas piezas con el asesoramiento de los artesanos que ofrecen las clases. Las piezas preparadas por los alumnos serán cocidas en el horno este sábado, entre las cinco de la tarde y las diez de la noche.
Tomás López puntualiza que el objetivo no es aprender a fabricar las piezas típicas de Gundivós, sino iniciarse en la alfarería de tipo raku aprovechando el barro nativo de la zona y usando asimismo la técnica local de los cirillotes, que se adapta bien al método japonés. En la cocción no se utiliza uno de los hornos tradicionales de los alfareros soberinos, construidos en piedra y alimentados con leña. Los hornos de raku -indica Tomás López- pueden ser de diversos tipos, fijos o portátiles. En este caso se emplea un horno portátil a base de gas y cubierto con una manta térmica fabricada con lana de roca.
Los responsables del taller Figulus, a la vez que elaboran piezas según el estilo tradicional de Gundivós, fabrican también cerámicas de tipo raku y llevan varios años difundiendo esta técnica en cursillos y exhibiciones que se han desarrollado en diversas localidades gallegas. Durante este tiempo también han experimentado la combinación entre la técnica alfarera propia de Sober y el sistema japonés.