
El rendimiento máximo en la mencía vuelve a 9.500 kilos por hectárea
27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El recorte de los rendimientos máximos del viñedo, que se rebajaron en un 10% la pasada campaña, pronto será historia en la Ribeira Sacra. El consejo regulador aprobó por mayoría en una reciente reunión reimplantar los baremos que se venían aplicando desde la puesta en marcha de la denominación de origen. De 9.500 kilos por hectárea, para las variedades tintas, y 12.000 kilos, en el caso de las blancas. La medida entrará en vigor previsiblemente la próxima vendimia. Las misivas que se remitieron el pasado mes de julio a los viticultores, para anunciar el pago de las tasas anuales, incorporan ya los límites de producción fijados de nuevo por los representantes del sector.
La complicada cosecha del 2013 puso en cuestión la conveniencia de mantener los rendimientos por hectárea hasta entonces vigentes en Ribeira Sacra. Para ir hacia una viticultura más exigente no se podían autorizar, ni siquiera sobre el papel, cargas de uva tan elevadas. Al menos ese era el mensaje en los prolegómenos de la pasada vendimia, que se presentaba difícil por doble motivo. De un lado, estaban los problemas de maduración en los viñedos. Pero también se venía venir, por otra parte, una menor demanda de uva por el enfriamiento de las ventas derivado de la crisis. El terreno estaba despejado para que, desde el consejo regulador, se aprobase la rebaja la rebaja de un 10% en los rendimientos máximos de producción por hectárea.
El recorte de los rendimientos no fue un acuerdo unánime. También se oyó alguna voz discrepante en el debate de la vuelta a los límites de producción que se venían aplicando hasta el 2013. Los partidarios de recuperar los máximos anteriores cuestionan la utilidad del ajuste, que asocian a la menor demanda de uva de la bodega más importante. Otro de sus argumentos es la incidencia negativa de aquel tijeretazo sobre la uva blanca, cuya demanda excede con mucho la oferta disponible en la Ribeira Sacra. «Todos los distribuidores te piden más godello, pero no hay uva suficiente», sostiene un bodeguero.
A favor de la rebaja los rendimientos estaría la necesidad de profundizar en la profesionalización de la viticultura y también de aplicar una autorregulación que permita mantener los precios de la uva. Tras la anulación del acuerdo de la pasada campaña, el autocontrol queda en manos de las bodegas.