Migraciones de la fauna antigua a través de la costa cantábrica

La Voz

LEMOS

Huesos de oso cavernario y oso pardo en el museo quirogués
Huesos de oso cavernario y oso pardo en el museo quirogués

04 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los investigadores del Instituto Universitario de Xeoloxía opinan que la relación genética entre los osos cavernarios de Cova Eirós y Chauvet es una prueba más de la existencia de movimientos migratorios de animales que enlazaron el norte de la Península Ibérica con otras regiones de Europa en diversas etapas de la prehistoria. Los científicos piensan que estos desplazamientos hacia el sur fueron habituales en las épocas más frías de la última glaciación, cuando amplias zonas del norte del continente quedaron cubiertas por el hielo y se volvieron inhóspitas incluso para las especies habituadas a vivir en climas extremos.

Aurora Grandal indica a este respecto que lo más probable es que los osos de las cavernas se desplazasen desde el sur de Francia hasta Galicia moviéndose a lo largo de lo que los investigadores conocen como corredor norte, es decir, la franja costera cantábrica. Este movimiento ya ha sido constatado en el caso de otras especies. «Los animales no podían atravesar los Pirineos y la Cordillera Cantábrica en esos periodos porque las condiciones climáticas eran muy duras, así que se desplazaban a lo largo de la costa, donde el paso era más fácil», explica.

Una vez en Galicia -añade Grandal-, los animales podían desplazarse más hacia el sur, ya que no había grandes obstáculos naturales. La paleontóloga cree muy probable que en los fósiles gallegos de los ciervos prehistóricos y de otras especies se detecten más adelante vínculos genéticos con otras regiones europeas similares a los de los osos cavernarios de Cova Eirós.