Soledad espectacular a pocos pasos de la playa de A Cova

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

Cerca de un popular rincón de O Saviñao hay dos aldeas muy poco conocidas

09 dic 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

La playa fluvial de A Cova, en el municipio de O Saviñao, es desde hace años uno de los parajes más populares y visitados de la comarca de Lemos. Sobre todo en verano, son muchas las personas que acuden a bañarse y a disfrutar de este singular rincón de las ribera del Miño, situado en el meandro del Cabo do Mundo, frente a las tierras del municipio de Chantada. Mucho menos conocidas son los pequeñas aldeas de Os Raíñas y Soutomango, situadas a menos de un kilómetro. Estos lugares están hoy casi deshabitados pese a que se encuentran muy cerca de un lugar de gran popularidad y enclavadas en un espectacular paisaje.

Todavía se conserva, en un estado aceptable, el antiguo sendero que une la playa de A Cova con las dos aldeas. Hasta hace unas décadas -antes de la construcción de las actuales carreteras-, esta era la única vía de comunicación de que disponían los vecinos para acceder a las fincas y viñedos de estas localidades y al viejo embarcadero de A Cova.

El camino arranca del arenal artificial de la playa y a poca distancia gira a la izquierda, pasando junto a una construcción propiedad de la bodega Abadía da Cova. La senda asciende entre muros de piedra y entra en un reducido bosque de robles. En algunos tramos hace acto de presencia la maleza, favorecida por los manantiales que brotan en la zona, pero no dificulta demasiado el recorrido.

Dos núcleos vecinos

Al cabo de unos quinientos metros, el camino llega a la parte baja de la aldea de Os Raíñas, junto al arroyo de Soutomango. A la derecha queda una pequeña presa, utilizada para regar las fincas de los alrededores. Subimos a este pequeño núcleo, formado solo por un par de viviendas. Torcemos seguidamente a la derecha y caminamos después por una pista asfaltada hasta las primeras construcciones de Soutomango, a unos trescientos metros de Os Raíñas. Hay que seguir subiendo entre varias viviendas abandonadas y arruinadas hasta llegar a la parte alta de la población.

En Soutomango solo quedan en la actualidad dos vecinos. Uno de ellos, Amadeo Expósito, recuerda cuando en la aldea había hasta veinticinco «lumes» o casas habitadas. En aquellos tiempos vivían en este lugar más de sesenta personas. Como puede verse, la recesión demográfica fue brutal. El vecino recuerda también los tiempos en que el embarcadero de A Cova -situado en el mismo lugar que hoy ocupa la playa fluvial- era un lugar de paso habitual hacia el municipio de Chantada, donde algunos habitantes de Soutomango tenían fincas. «A xente tamén collía as barcas para ir ás feiras de Nogueira», explica. «Tamén pasaba xente de Chantada para ir á Cova ou a Escairón, cando había festas e case todos os domingos», añade,

Pero el viejo camino -según explica una vecina de Os Raíñas- era utilizado sobre todo para ir a las viñas y los sembrados situados en los lugares do Cerrado, O Bacelo, A Taraxeira, Guandares y la Pena de Guandar, ya cerca de la actual playa. «Recordo oírlle dicir a meu pai que o viño se facía antigamente nuns lagares que había na ribeira», añade la mujer. Una vez elaborado, el vino se transportaba en pellejos, a lomos de caballerías, hasta las bodegas que existían en ambos núcleos.

CÓMO LLEGAR

Desde Escairón. En primer lugar, hay que salir desde la capital el municipio por la carretera que lleva a Fión y A Cova. En A Cova, a 5,4 kilómetros, sale una carretera a la izquierda que baja hasta la playa fluvial, situada a unos dos kilómetros

Más allá de Soutomango, el camino seguía subiendo en dirección a la iglesia de San Martiño da Cova, donde los vecinos iban a oír misa. Y también era recorrido por los cortejos fúnebres que iban al cementerio de la parroquia, donde eran enterrados los difuntos de las dos aldeas.