Los murales renacentistas de la zona son todavía poco conocidos pese a su excepcional valor
20 feb 2015 . Actualizado a las 14:53 h.Una tesis doctoral recién presentada en la USC por la investigadora Lucía Pereira ha puesto nuevamente de manifiesto el interés de las pinturas renacentistas de las iglesias de la Ribeira Sacra, un patrimonio de excepcional valor que está lejos de haber sido recuperado en su totalidad. En dicho trabajo se estudian 47 murales repartidos en veinte templos, pero el conjunto es mucho mayor. Las iglesias de la zona lucense son especialmente ricas en estas obras, que datan en gran parte del siglo XVI. «La diócesis tiene el mejor conjunto de pintura mural de Galicia -señala César Carnero, delegado de patrimonio histórico del obispado- y en esto destaca ante todo el sur de la provincia».
Estas pinturas aún son poco conocidas, aunque en los últimos tiempos ocupan un lugar cada vez más importante en los itinerarios turísticos. En los recorridos guiados por las iglesias de la zona que organiza el consorcio de la Ribeira Sacra llamaron mucho la atención algunos conjuntos pictóricos, sobre todo el de la iglesia de Seteventos, en O Saviñao, que fue incluida en las rutas del pasado año. «Entre las personas familiarizadas con el patrimonio de Galicia, estas obras son muy apreciadas, pero a nivel popular tienen poca difusión aunque son un recurso muy importante», comenta Carnero.
Ocultas bajo la cal
El delegado diocesano señala además que aún pueden aparecer pinturas de gran valor que permanecen ocultas bajo capas de cal, como ha sucedido en muchos casos. Los trabajos de restauración realizados en los pasados años sacaron a la luz importantes conjuntos, como el de la iglesia de Nogueira de Miño, en Chantada -señala Carnero-, pero sigue quedando mucho por descubrir. «Antes de destapar esas pinturas hay que asegurarse de que los edificios cuentan con planes de rehabilitación y mantenimiento para asegurar su conservación, porque en caso contrario al retirar la cal pueden quedar más desprotegidas», añade.
Entre estos murales hay algunos ejemplares particularmente singulares, como los de la iglesia de Baamorto, en Monforte, pintados en un muro exterior del templo. Según Carnero, «en Galicia probablemente hubo más murales externos de este tipo, que son bastante más comunes en las iglesias centroeuropeas, pero este conjunto es de los pocos que se conservan hoy».