La última revisión de Patrimonio también mantiene a Carude, Os Chaos y Ramberde dentro del casco antiguo
08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El plan especial de protección no solo abarcará las calles que forman parte del conjunto histórico-artístico de Monforte. También deberá incorporar las edificaciones situadas en la denominada «zona de respeto», que incluyó la Dirección Xeral de Patrimonio en el mapa del casco antiguo a raíz de una revisión solicitada por el Ayuntamiento. Esta última delimitación, aprobada por el Consello de la Xunta en el año 2005, servirá de referencia para la consultora Oficina de Planeamiento, que tiene encomendada la redacción del plan. Se suman así al ámbito del plan las márgenes urbanas del Cabe y los barrios de Ramberde, Carude y Os Chaos.
La revisión del perímetro del conjunto histórico sirvió para rebajar el número de edificaciones afectadas. Hasta que la Xunta dio visto bueno a la petición del Ayuntamiento, formaban parte del casco antiguo un total de 63 calles. Algunas con una tipología constructiva tan alejada de los modelos tradicionales como Inés de Castro, avenida de Galicia, Dalmiro de la Válgoma o Duquesa de Alba. Formaban parte del mapa que había aprobado en el año 1973 la Dirección General de Bellas Artes, según una leyenda urbana a partir de una línea marcada a bolígrafo por un funcionario municipal.
Pese al drástico plan de adelgazamiento del contorno del plan especial, Patrimonio mantuvo dentro de sus límites unas zonas de respeto que deberán ser incorporadas al proyecto que ahora se retoma. «O normal é que o plan especial desenvolva o que antes lle marcou o plan xeral. Como aquí non o hai, teremos que ir un pouco ao revés para non perder as axudas comprometidas pola Xunta», dice el alcalde, José Tomé. La Xunta aportará 255.000 euros sobre un total de 290.000 presupuestados para las tres anualidades del planeamiento del casco antiguo.
Ánxel Viña, responsable de la Oficina de Planeamiento, resta trascendencia a la ausencia de un plan general de ordenación municipal. «É unha situación relativamente frecuente, que se ten dado noutros cascos históricos», señala este urbanista. El plan especial tomará como referencia, según confirma, la última delimitación aprobada por Patrimonio con las calles catalogadas como zona de respeto.
El trabajo de campo se iniciará la próxima semana con la recogida de datos por parte de los técnicos en las viviendas situadas en Santa Clara, el Campo de San Antonio y las calle Abeledos. Por el momento, el alcalde no tiene previstas reuniones con los agentes sociales para abordar el contenido del plan. «Prefiro facelo cando haxa algo que poñer riba da mesa», explica.
Una encuesta para determinar el perfil socioeconómico de los propietarios
Los técnicos de la Oficina de Planeamiento aprovecharán la recogida de datos sobre las viviendas incluidas en el plan especial para recabar datos sobre el perfil de los propietarios. Mediante una pequeña encuesta, quieren recoger datos relativos a la edad, la ocupación y el nivel de formación de los habitantes del conjunto histórico. «Estamos organizando as saídas para ter un coñecemento máis directo das edificacións e de paso recoller información que non sempre é doado obter sobre o perfil dos residentes», explica Ánxel Viña.
El Ayuntamiento comenzó a enviar cartas a los vecinos para informarles de las visitas que llevará a cabo a partir de la próxima semana el equipo redactor del plan especial. Las misivas piden la colaboración de los propietarios facilitando «o acceso dos técnicos co interior do edificio e a recollida de información que lle solicitarán».
El nuevo cuadro de financiación del plan del casco histórico, cuya redacción permanecía paralizada desde el 2013, establece que deberá ser aprobado con carácter inicial este año. La exposición pública se llevará a cabo a partir de ese momento.