Decenas de hectáreas de monte se quemaron ayer en un incendio forestal en el municipio de Bóveda. El fuego afectó tanto a terreno arbolado como de monte bajo, pero la mayor parte de lo que ardió fueron pinos de una plantación situada al lado del corredor de Monforte a Lugo.
El primer aviso sobre este fuego llegó a los servicios de extinción a las dos de la mañana, en un momento de temperaturas propias de una noche de verano y con ráfagas de viento fuerte. La zona que ardía se encuentra dentro de la parroquia de San Fiz, a medio camino entre Bóveda y Rubián.
Las primeras brigadas enviadas a la zona controlaron el avance del fuego, pero al amanecer seguía sin estar extinguido, ni tampoco técnicamente controlado. A pesar de que su intensidad había bajado mucho con respecto a los primeros momentos, las llamas rebrotaron durante la mañana.
Para apagarlo, los servicios de extinción aplicaron contrafuegos para limitar los daños a la plantación de pinos. Finalmente, las llamas calcinaron la superficie del pinar, pero en apariencia la mayor parte de los árboles no han sufrido graves daños, gracias sobre todo a que tenían podada la parte más próxima al suelo. En las cercanías del pinar ardieron también robles y frondosas.
El humo de este incendio fue perfectamente visible durante toda la mañana para los conductores que circulaban en el tramo del corredor que pasa entre Bóveda y Rubián. Sin embargo, la humareda no llegó a ser nunca tan intensa como para entorpecer el tráfico o provocar un corte de la carretera.