Cortiñas se dirigirá a todos los concejales para que apoyen revisar la ordenanza
28 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Por segunda vez, un proyecto de Prodeme queda fuera de los inventivos fiscales del Ayuntamiento. En el año 2009 se planteó ese mismo problema con la licencia de obras del bloque de viviendas del Malvarón, construido para ofrecer pisos tutelados a familias que tengan a su cargo hijos con alguna discapacidad. La historia se repite ahora con los planes para la puesta en marcha de una planta de biomasa en el polígono industrial. La asociación compró los terrenos necesarios, pero no puede acogerse a las últimas bonificaciones municipales del impuesto de construcciones. La ordenanza no prevé las contrataciones de tipo ocupacional, a las que recurre esta asociación para integrar a las personas con discapacidad intelectual.
«O primeiro é a xente con algún hándicap especial. Se logo creamos outros postos de traballo, moito mellor. Penso que Prodeme merece certa consideración. Hai 120 residentes e mantemos outros 33 empregos de persoal asalariado», dice el gerente de la asociación, Julio Cortiñas. Ayer acudió al despacho del alcalde, José Tomé, para pedir una modificación de la ordenanza que abra la posibilidad de acogerse a las bonificaciones del polígono a las entidades declaradas de utilidad pública. En los próximos días, Cortiñas entregará una carta con esa misma petición a todos los concejales.
En la reunión con el alcalde no se produjeron muchos avances. «Dixo que se fará o que digan os técnicos», señala Cortiñas. Tomé, por su parte, confirma la versión del gerente de Prodeme. «As bonificacións non se aplican a gusto do alcalde, faise o que recollen os informes dos técnicos», dice el regidor. De momento, según avanza, «non hai nada previsto sobre a modificación das ordenanzas».
Menos que cualquier empresa
Prodeme se acogió a la última subasta de parcelas que convocó SEA, empresa que gestiona el polígono tras la desaparición de Sigalsa. En enero de este año, la asociación cerró la compra de cerca de 21.000 metros cuadrados para una planta de biomasa. El coste del impuesto de construcciones, según sus cálculos, ronda los 30.000 euros. La ordenanza municipal prevé descuentos de entre el 50 y el 90% a partir de la creación de dos puestos de trabajo. Los proyectos de utilidad pública, como el de Prodeme, solo pueden optar por ley a una bonificación máxima del 30%, con independencia del número de empleos.
En el caso de la obra del Malvarón, el entonces alcalde, Severino Rodríguez, gestionó una ayuda de la Diputación que compensase la diferencia entre ese porcentaje y el 90% de bonificación que pedía Prodeme. El PSOE, en aquel momento en la oposición, presentó una iniciativa en el pleno para que el gobierno municipal accediese a la solicitud formulada por la asociación.
Un descuento del 95% en el impuesto de construcciones a cambio de crear seis empleos
El alcalde no considera urgente una revisión de la ordenanza fiscal que regula el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras. Entre otros argumentos, hace hincapié en que los incentivos fiscales acaban de ser revisados por el pleno. En la última sesión se acordó, concretamente, incrementar las bonificaciones hasta un 95% en el caso de las empresas que generen con su instalación al menos seis empleos. «Non vexo necesidade de modificar a ordenanza neste momento, o que non quere dicir que non se poida facer no futuro», sostiene Tomé.
Cortiñas, por su parte, lamenta que la aplicación de las bonificaciones dé la espalda «a unha entidade para a que o prioritario é dar atención ao maior número de persoas desfavorecidas, e que de forma indirecta está a crear emprego en Monforte». La ordenanza, añade el gerente de Prodeme, «tampouco contempla o traballo ocupacional que levan a cabo as persoas que non poden chegar ao traballo convencional, pero que tamén necesitan sentirse activas».
Sin perder la pensión
Algunos residentes de Prodeme participan en los talleres a modo de terapia ocupacional. Trabajan sin estar sujetos a un horario o a una periodicidad debido a sus especiales circunstancias. En este supuesto, precisa Cortiñas, «non se poden facer contratacións polo réxime laboral normal». Los talleres ocupacionales también permiten en otros casos, según señala, que personas con discapacidad puedan tener una vida laboral «sen ter que perder as súas pensións».