Las intensas lluvias que se produjeron el domingo en la Serra do Courel arrastraron a los ríos gran cantidad de ceniza del monte quemado en el mayor incendio que se produjo en esta zona el pasado otoño. Los arrastres se produjeron en la zona que la Consellería de Medio Rural sembró con paja unos meses después de aquel incendio, que quemó 140 hectáreas en Meiraos.
Aquel incendio se produjo a mediados de octubre y la consellería extendió hierba seca en algunas de las zonas quemadas a finales de diciembre. Aquella demora provocó las críticas de C@urel Vivo, una formación política local que denunció que llegaba con retraso y que era insuficiente. El concejal de C@urel Vivo, Óscar Carrete, difundió ayer fotografías en las que se aprecia que la tormenta del domingo provocó avenidas de agua que se llevaron por delante gran cantidad de suelo quemado.
Color gris en el río Lor
«Dá moita tristura ver que tras un lume, o ano pasado e onde a única actuación que fixeron en pleno inverno, foi botarlle dous tráilers de palla para beneficios de algúns», asegura Carrete. Tanto durante el pasado invierno como durante la tormenta de este domingo, la ceniza del terreno quemado en octubre manchó de gris campos, cauces de torrentes y el río Lor, asegura este concejal.
«O Concello e a Xunta non fan prevencion ó largo do ano e non se fai nada para que isto non volva ocurrir, non é só culpa do incendiario», afirman en C@urel Vivo, formación que se pregunta dónde están las franjas de protección alrededor de las aldeas o los también obligatorios desbroces junto a pistas y carreteras.