Vendimia gafada en Ribeira Sacra

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Las granizadas y los ataques de mildiu amargan una cosecha que en su inicio prometía ser excepcional

26 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pérdidas en los viñedos por los ataques de mildiu y blak-rot son generalizados este año. Ninguna denominación de origen gallega se libra de ellas y posiblemente Ribeira Sacra no sea la más damnificada. Pero el mal de otros no es consuelo en una zona que esperaba un cosechón que se ha visto finalmente mermado por los intensos ataques de hongos. El consejo regulador confía, sin embargo, en que la vendimia pueda cerrarse con una producción similar a la del pasado año.

El granizo también volvió a hacer de las suyas esta campaña para olvidar, aunque sus daños afectaron únicamente a viñas de Amandi. Los ataques de hongos, por el contrario, tuvieron la misma virulencia en todas las subzonas de la Ribeira Sacra. Los que no trataron a tiempo, o no acertaron con el tratamiento adecuado, perdieron la mayor parte de la cosecha. «Non podo queixarme. Aconselleime o mellor que puiden cos produtos e estiven moi enriba das viñas», dice Carlos Losada, que trabaja viñedos en diferentes zonas del Sil y el Miño. Aun así, en una parcela de Doade se quedó sin uva de la noche a la mañana: «Aguantou ata mediados de xullo, pero logo o mildeu arrasou con case todo».

Calor y humedad

Mildiu en hoja y larvado, black-rot... Las altas temperaturas aliadas con una elevada humedad ambiental fueron este año el caldo de cultivo perfecto para los hongos. Entre las blancas hay verdaderos estragos. En las tintas, la mencía aguantó algo mejor que otras variedades de cultivo tradicional. Los que en su día apostaron por el tempranillo como uva complementaria apenas tienen algún racimo en las viñas.

Entre muchos viticultores cunde el desconcierto por la escasa eficacia de los tratamientos. «Nós controlamos fincas que están ben coidadas e que non se libaron do mildeu», explica Evaristo Rodríguez, de Adegas Moure.

Los expertos insisten en la trascendencia de dar los tratamientos en el momento preciso y actuar de forma preventiva en años como este en los que las condiciones ambientales favorecen la proliferación del mildiu. Pero hay especialistas, como Alfonso Losada, que abogan por ir más lejos y empezar a trabajar en la investigación de nuevas cepas que produzcan vinos similares a las variedades actuales y sean más resistentes a los hongos.

El consejo regulador sostiene que la producción se mantendrá

El consejo regulador de Ribeira Sacra vaticina que los efectos del mildiu no supondrán una reducción drástica en la producción de uva. «O recorte non vai ser tan importante como se pensa», dice el presidente de la denominación de origen. La paradoja tiene una explicación. El volumen de la vendimia depende de la generosidad de la cosecha, pero también de la uva que se deciden a poner los viticultores en el mercado. Y el consejo regulador sostiene que los parrales darán juego este año para llenar buena parte de las cubas destinadas al autoconsumo. Por ello, y según sus cálculos, la uva de las viñas que se libraron del ataque de los hongos saldrá íntegramente al mercado.

El año pasado varias bodegas habían iniciado a estas alturas la recolección en las viñas más precoces. En esta campaña no hay prisas para iniciar los controles de maduración. El cambio de coloración de la uva llegó más tarde y la vendimia también se retrasará. Aunque el pleno del consejo regulador no se reunió para hablar de fechas, parece que difícilmente se autorizará la recogida de la uva con carácter general antes del 21 de septiembre. A partir de ese momento, podrá hablarse de la incidencia real del mildiu sobre la cosecha.