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Un árbol forastero muy bien adaptado a la Ribeira Sacra

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El pino piñonero es un importante pero poco divulgado elemento del paisaje tradicional de este territorio

23 nov 2018 . Actualizado a las 20:27 h.

Aunque no es mencionado entre los elementos característicos de la Ribeira Sacra, el piño piñonero o piñeiro manso (Pinus pinea) es una parte significativa del paisaje tradicional de este territorio. Esa es la opinión del biólogo y catedrático Javier Guitián, autor de una guía del paisaje vegetal de la Ribeira Sacra. «Es una especie no autóctona de Galicia, pero se ha adaptado muy bien en las áreas de influencia bioclimática mediterránea, como son los valles del Sil y del Miño», explica.

Los catálogos científicos de la flora ibérica, dice Guitián por otro lado, mencionan este árbol como especie introducida en las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña, pero no en la de Lugo, aunque en la zona sur cuenta con una importante presencia. Como ocurre en otros lugares en los que vive actualmente, no hay datos históricos que permitan saber cuándo fue introducido en este territorio. Aunque es una especie muy extendida en algunas partes de la Península, no está claro en cuáles es autóctona y en cuáles no.

En Galicia, el pino piñonero abunda especialmente en las áreas litorales de Pontevedra y A Coruña, aunque parece que los ejemplares que se encuentran muy cerca del mar crecen a un ritmo más lento que en otros lugares. En el interior se ha aclimatado particularmente bien en las tierras más bajas y de temperaturas más cálidas. En municipios como Monforte, Quiroga, Bóveda, A Pobra do Brollón, Chantada, Taboada, Carballedo y A Teixeira -entre otros- es posible ver ejemplares antiguos de gran tamaño. No se sabe cuál puede ser su número en el conjunto de la Ribeira Sacra porque nunca se ha realizado un censo, pero se trata siempre de ejemplares solitarios o bien de pequeños grupos de árboles.

Especie ornamental

Según apunta Javier Guitián, esto es lo normal en el conjunto del territorio gallego, donde no existen las grandes formaciones árbóreas que hay en otras partes de la península Ibérica, como Castilla y León, Andalucía o Portugal. «En Galicia se ha plantado seguramente como especie ornamental y donde los hay solo se ve un árbol aislado o unos pocos ejemplares», señala el biólogo. Por ello -añade-, en el territorio de la comunidad nunca se ha explotado comercialmente como productor de piñones y madera, al contrario de lo que sucede en otros lugares. Por otro lado, ninguno de los pinos piñoneros que viven en la Ribeira Sacra ha sido incluido hasta ahora en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras, en el que solo figura un grupo de ejemplares de esta especie, situado en el municipio pontevedrés de O Rosal. En esta lista se encontraba también un árbol de Ponteareas, ya desaparecido.

Pese a ser una especie introducida y a que todo indica que la gran mayoría de los ejemplares fueron plantados de forma deliberada, Guitián cree que el pino piñonero debe ser considerado como un rasgo típico del paisaje vegetal de la Ribeira Sacra. «Es algo parecido a lo que ocurre con los cipreses, que también son árboles plantados y no aparecen en formaciones naturales, pero que son sin duda una especie muy representativa de este territorio», comenta.

Altura y vistosidad

Las dos especies se caracterizan asimismo por su gran tamaño -el pino piñonero puede alcanzar hasta los cincuenta metros de altura- y por su especial vistosidad, pero no es seguro que hayan cumplido las mismas funciones en la Ribeira Sacra y en otras partes de Galicia en las que están presentes. «Tengo entendido que los cipreses que hay en muchas aldeas servían en tiempos como punto de orientación para ayudar a los vecinos a encontrar el camino de vuelta a casa, porque se pueden distinguir fácilmente desde lejos», indica Javier Guitián a este respecto. «Cabe la posibilidad de que los pinos piñoneros también sirviesen para eso en algún momento, porque por su altura y sus grandes copas se pueden reconocer muy bien a distancia, pero no tengo indicios que alguna vez se hayan plantado expresamente con esa finalidad», agrega.