
Ocho de las marcas premiadas son de tintos y las otras dos, de blancos
04 sep 2019 . Actualizado a las 16:23 h.Diez vinos producidos al amparo de la denominación de origen Ribeira Sacra fueron galardonados en en los premios que otorga anualmente la Asociación de Sumilleres Gallaecia. En esta edición participaron 640 vinos y destilados de todas las denominaciones gallegas, que fueron probados por 51 catadores distibuidos en catorce paneles. Las Distinciones Gallecia -el nombre que reciben estos premios- se repartieron entre 73 marcas.
En cuanto a la Ribeira Sacra, los premiados en la categoría de tintos fueron ocho y los dos restantes corresponden a blancos. En tintos, las distinciones recayeron en las marcas Ciudáseis 2081, de la bodega de María Gloria Alvarín Losada; Abadía da Cova Xuno 2018, de Adegas Moure; Sollío Barrica 2017, de Juan Alberto Álvarez Rodríguez; Gaela Os Queixeiros, de Roberto Regal López: Algueira Amaral 2016 y Algueira Risco 2016, de Adega Algueira; Tolo do Xisto Os Conventos 2016, de la bodega Tolo do Xisto, y Gaios 2015, de la bodega Amedo.
En cuanto a los blancos, los premios fueron para Adega Vella 2018, de Jorge Feijoo González, y Finca Míllara 2016, de la bodega Finca Míllara.
Los catadores que participaron en la cata final de estos premios fueron Aurelio Vázquez, Alejandro Paadín y Pedro Sestayo, respectivamente presidente, vicepresidente y tesorero de la asociación Gallaecia; Luis Paadín, autor de la Guía de vinos de Galicia; los sumilleres Natalia Cid y Manuel Corralero; la técnica de la denominación Ribeira Sacra Ana Belén López; Erika Laíño, responsable de promoción y comunicación de la denominación de origen Ribeiro, y Rebeca André, José Dopazo y Pablo Vidal, que forman parte de los respectivos paneles de cata de las denominaciones Monterrei, Rías Baixas y Valdeorras.
Desde el 2002
Las Distinciones Gallaecia se conceden anualmente desde el 2002. El certamen cuenta con el reconocimiento oficial de la Xunta y del Ministerio de Agricultura. Se encuentra por otro lado entre los concursos en los que se cata un mayor número de vinos en España, con una media de cuatrocientos en cada edición. El certamen se desarrolla en dos catas ciegas. La primera selección se lleva a cabo en las sedes de los consejos reguladores de las diferentes denominaciones de origen. Los vinos que superan las condiciones exigidas por la organización pasan a una cata final, en la que se conceden las distinciones anuales.