Por su su rareza se supuso que era prehistórica, pero el carbono 14 prueba que no lo es
30 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El enterramiento humano descubierto el pasado mayo en las excavaciones arqueológicas del lugar de Os Conventos -en la parroquia de Vilachá, del municipio de A Pobra do Brollón- data del siglo X y perteneció seguramente a uno de los eremitorios que existieron en esa época en diferentes lugares de la Ribeira Sacra. La antigüedad de los restos se ha podido determinar con exactitud en una datación por radiocarbono realizada en un laboratorio de Estados Unidos. Los resultados del estudio se dieron a conocer en un acto celebrado ayer en la Casa de Cultura del municipio en el que intervino el arqueólogo Xurxo Ayán, director técnico de las excavaciones.
En un principio, los investigadores apuntaron la posibilidad de que la tumba fuese de origen prehistórico -tal vez de la Edad del Bronce- debido a la extraña naturaleza del enterramiento. Los restos se reducen a un cráneo y dos tibias, y aparecieron en una cista o cavidad practicada en la roca y tapada por una laja de piedra. Por encima de ella se hallaron restos de combustión. «Nun convento medieval sería moi raro un enterramento deste tipo, que non se corresponde coas prácticas funerarias cristiás», dijo Ayán a este respecto.
Una nueva explicación
Una vez que la datación por carbono 14 ha descartado la hipótesis prehistórica, los investigadores barajan ahora otra explicación. Según Ayán, es probable que el enterramiento perteneciese a una antigua comunidad monástica regida por la llamada regla de san Fructuoso. Esta denominación se debe al monje y obispo Fructuoso de Braga, que en el siglo VII fundó varios monasterios en Galicia y el Bierzo. En esas comunidades -dice asimismo el arqueólogo-, el catolicismo se mezclaba con tradiciones procedentes del priscilianismo y el paganismo, lo que podría explicar el singular carácter del enterramiento de Os Conventos. «Os restos pertencen ao período coñecido como o dos séculos escuros, do que non temos moita información, unha época na que os ritos cristiáns eran diferentes e estaban moi mesturados con outros elementos», agrega.
La hipótesis que barajan ahora los investigadores apunta a que el antiguo convento de Vilachá fue reemplazado por una explotación agraria -posiblemente vinícola- perteneciente al convento ourensano de Montederramo. Esta comunidad formaba parte de la orden del Císter, que al expandirse por Galicia -entre los siglos XII y XIII- se esforzó por suprimir las tradiciones monásticas más antiguas ligadas a la regla de san Fructuoso.
Un proyecto que pretende ayudar a aclarar los orígenes de la Ribeira Sacra como territorio
Las excavaciones arqueológicas realizadas este año en Vilachá tenían el objetivo de encontrar vestigios de un convento desaparecido -denominado San Martiño de Piñeira- que aparece mencionado en documentos de los siglos XII y XIII. En los trabajos se encontraron numerosos materiales que se corresponden con ese período, como fragmentos de cerámica, tejas, restos de utensilios y una moneda acuñada durante el reinado de Alfonso X el Sabio. Pero el enterramiento humano, descubierto el último día de las excavaciones, indica que esa comunidad monacal ya existía en una época anterior.
Xurxo Ayán apunta por otro lado que la parroquia de Vilachá se encuentra «na periferia da Ribeira Sacra» y que por ello no ha experimentado una transformación paisajística tan intensa como otras áreas de este territorio durante las últimas centurias. «Posiblemente noutros lugares non sexa posible encontrar rastros dos antigos eremitorios e conventos que houbo nos primeiros séculos da Idade Media», agrega.
Iniciativa de los vecinos
Las excavaciones de Os Conventos se encuadran en el proyecto denominado Adegas da Memoria, promovido por la asociación de vecinos de Vilachá con el apoyo del Ayuntamiento. Al acto de ayer asistieron miembros del colectivo vecinal y el alcalde José Luis Maceda. Ayán comentó a este respecto que «os veciños e o Concello estiveron facendo ata agora o traballo que deberían ter feito outros, porque estas investigacións pretenden aclarar con probas científicas as orixes do monaquismo e da viticultura na Ribeira Sacra». Los datos arqueológicos que se obtengan en Vilachá -añadió- pueden ser de gran importancia para apoyar la candidatura de este territorio a patrimonio de la humanidad.
Nuevas excavaciones tras el rastro de una singular comunidad
En el acto celebrado ayer en A Pobra do Brollón se anunció que en mayo del año próximo se llevará a cabo una nueva campaña de excavaciones en Os Conventos, para que la que se contará con el apoyo económico de la Xunta. En el mismo lugar donde aparecieron los restos humanos, los investigadores han encontrado indicios de la existencia de otros enterramientos.
Xurxo Ayán señaló que en la próxima fase de la investigación se espera obtener más datos sobre la antigua comunidad monacal que existió en este lugar y que supuestamente llevó a cabo el enterramiento. Si estaba vinculada a la regla de san Fructuoso, como suponen los investigadores, lo más probable es que fuese un convento dúplice, es decir, que estaría formado a la vez por monjes y monjas. Los cenobios de esa orden que existieron en Galicia y el Bierzo, por otro lado, fueron fundados en su mayoría por familias hidalgas.
Evolución histórica
Asimismo, los responsables del proyecto arqueológico confían en extraer más informaciones sobre la evolución que experimentó esta comunidad en la Edad Media. «Todo indica que cando o mosteiro de Montederramo se apoderou deste lugar, no século XIII, creou unha explotación agraria que estaría administrada por un frade, como outras posesións que tiveron os conventos desa orde», explica Ayán. A su juicio, esta circunstancia explicaría el nombre tradicional de la parte de la ribera del Sil donde se halla el lugar de Os Conventos. Los vecinos de Vilachá conocen esta zona como Val do Frade.