El titular de la Xunta visita Rectoral de Amandi y destaca la calidad de la vendimia
22 sep 2020 . Actualizado a las 18:26 h.Las terrazas forman parte de la historia de la Ribeira Sacra, pero también marcan el presente de este territorio. «Sen dúbida, son o mellor legado que lles podemos deixar aos que nos van suceder», dijo este lunes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en la visita que realizó a Rectoral de Amandi, en Sober. Una bodega que definió como modelo de «aposta polo rural» por su papel como motor de la viticultura en la zona, por la calidad de sus vinos y también por estar atenta a sacar partido del creciente interés que despierta el enoturismo en Galicia. «É un sector cun auxe que estou seguro non chegou ao seu cumio», manifestó.
El presidente de la Xunta sacó a relucir sus raíces familiares en Os Peares cuando en los viñedos de Rectoral de Amandi fue invitado por los responsables de la bodega a participar de la vendimia. «Xa sei o que é vendimar na ribeira de Pombeiro», comenzó Feijoo, tijera en mano, durante una visita en la que estuvo acompañado por el conselleiro de Medio Rural, José González, y por el presidente del consejo regulador de Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez.
La visita de Feijoo a la mayor bodega de la Ribeira Sacra fue el primer acto oficial para los nuevos responsables de la Axencia Galicia de Calidade Alimentaria, José Luis Cabarcos, y de la delegación territorial de la Xunta en Lugo, Javier Arias. «Van ter sorte e acerto nos seus cargos porque bautízanse neles co mellor viño do mundo», señaló el alcalde anfitrión, Luis Fernández Guitián. Entre los presentes estaban la diputada autonómica Raquel Arias y los regidores de Pantón, José Luis Álvarez, y Bóveda, José Manuel Arias.
El valor del paisaje
Guitián se refirió a la trascendencia que puede suponer para la Ribeira Sacra la declaración de Patrimonio de la Humanidad, sobre la que está previsto que se pronuncie la Unesco en el 2021. Fue un aspecto en el que cargó las tintas el presidente de la Xunta durante su intervención en la visita a Rectoral de Amandi. «Esta paisaxe impón aos que nacemos aquí e estamos acostumados a vela; pero para ó que vén de fóra supón descubrir un verdadeiro mundo», aseguró Feijoo.
El presidente de la Xunta expresó su confianza en que la declaración de patrimonio de la humanidad pueda ser realidad el próximo año y Ribeira Sacra se consolide así como «un dos lugares do mundo que hai que protexer para sempre». También dejó claro el peso del paisaje del viñedo en la candidatura que ahora está siendo evaluada por la Unesco. «Sen o viño, Ribeira Sacra non podería ser patrimonio mundial», subrayó.
Respecto a la vendimia, el presidente de la Xunta detalló que, aunque no estará en los niveles de la cosecha récord del 2019, la producción de uva se situará en la media de los últimos diez años. En cuando a la calidad, sugirió que tanto en Ribeira Sacra como en el resto de Galicia, «estará por enriba da media».
«Coger uva o no según sea el precio no nos parece de recibo», dice Manuel Vázquez
La primera cosecha de Rectoral de Amandi se elaboró en 1989, cuando no disponía de instalaciones propias en Ribeira Sacra. El vino fermentó en depósitos de acero al aire libre, en el patio de una pequeña bodega de Doade. Nada que ver con los enormes tanques que esconden las paredes de piedra del edificio de la antigua rectoral de Santa María de Amandi, que adquirió con posterioridad el grupo Bodegas Gallegas. Allí entraron la pasada campaña 2,3 millones de kilos de uva procedentes de sus cerca de 500 proveedores y de las 130 hectáreas de viñedos en bancales que acondicionó en la subzona de Amandi y en otros puntos de Quiroga y A Peroxa acogidos a esta denominación de origen.
Manuel Vázquez, hijo del fundador del grupo, hizo hincapié en la visita del presidente de la Xunta en la importancia de ese colchón de producción propia en cosechas como la actual en la que escasea la uva. «Esperamos que entren en la bodega 1,6 o 1,7 millones de kilos, de ahí no vamos a pasar», indicó. Los precios se mantienen con respecto a la pasada campaña y no se dejó en la estacada a ningún proveedor. «Decir que vas a coger uva según sea el precio no nos parece de recibo», apuntó Vázquez.
El grupo Bodegas Gallegas elabora en Ribeira Sacra, Ribeiro y Rías Baixas. En esta última denominación de origen, explicó Vázquez, el descenso en la producción de uva como consecuencia de las enfermedades del viñedo fue menor debido a la mayor profesionalización de los productores. En un año de meteorología complicada para las vides, Vázquez dio a entender que la viticultura «de fin de semana» pasa factura en Ribeira Sacra.