Un documento de 1246 prueba que hubo una permuta entre ambos lugares
04 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En el siglo XIII, la iglesia parroquial de Rozavales -en Monforte de Lemos- fue objeto de una permuta con otra iglesia situada a más de setecientos kilómetros, en el País Vasco francés. La primera de ellas pertenecía entonces a Orden de Roncesvalles, una organización monástica de origen navarro -muy relacionada con el Camino de Santiago y dedicada a la protección de los pergerinos- que la había recibido en donación por parte del rey Alfonso IX. La otra iglesia era propiedad de la archidiócesis de Santiago, pese a la considerable distancia geográfica entre ambos lugares. Un documento firmado el 10 de julio de 1246 prueba que la Orden de Roncesvalles y el arzobispo compostelano intercambiaron por entonces la posesión de estas iglesias y de sus respectivas dependencias.
El documento que menciona este desconocido hecho histórico está depositado en los archivos del departamento francés de Pirineos Atlánticos, al que pertenece el pequeño municipio de Saint-Michel -Eiheralarre en vasco-, donde se encuentra la iglesia de Saint-Vincent-de-Dax, que fue intercambiada en su día con la de Rozavales. Quien localizó este documento fue Bertrand Saint-Macary, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Pirineos Atlánticos. Este experto en la historia de las rutas jacobeas comunicó recientemente su hallazgo a la asociación vecinal de la parroquia de Vilachá de Salvadur -en A Pobra do Brollón-, que ha impulsado una investigación histórica sobre la iglesia de Rozavales y su relación con el Camino de Invierno.
Según informan desde este último colectivo, Bertrand Saint-Macary dio a conocer la existencia del documento en una conferencia que pronunció el mes pasado en el curso de verano «Itinerarios culturales europeos: Roncesvalles», organizado por la Universidad de Navarra. «Este documento demostra a existencia dunha relación histórica entre as igrexas de Rozavales e Saint-Vincent-de-Dax, e o vínculo destes dous lugares con Santiago e coas rutas xacobeas», afirma Xurxo Martínez, miembro de la asociación vecinal de Vilachá. «É tamén unha proba máis de que o Camiño de Inverno pasaba por Rozavales despois de atravesar a parroquia de Vilachá», añade.
Martínez señala que el documento descubierto por Bertrand Saint-Macary fue añadido a un informe que el colectivo vecinal presentó a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural para que sea tenido en cuenta al realizar la delimitación oficial del Camino de Invierno.
Estado actual
El estado de conservación actual de las iglesias de Rozavales y Saint-Vincent-de-Dax presenta por otra parte grandes diferencias. El templo monfortino sufrió diversas reformas y alteraciones a lo largo de su historia, pero conserva elementos arquitectónicos que podrían ser de origen prerrománico. En cambio, la iglesia vascofrancesa fue reedificada a principios del siglo XX y parece conservar pocas huellas de sus orígenes medievales.
Un singular topónimo relacionado con Roncesvalles
La asociación vecinal de Vilachá de Salvadur señala que Bertrand Saint-Macary tuvo conocimiento de la existencia de la iglesia de Rozavales al encontrar en la edición digital de este periódico una entrevista -publicada el pasado julio- con el filólogo y escritor Gonzalo Navaza, quien realizó una investigación sobre el origen del nombre de la parroquia monfortina. Según Navaza, el topónimo Rozavales es una adaptación gallega de Roncesvalles y le fue dado a la iglesia monfortina y a la parroquia donde se encuentra -que anteriormente se habían llamado Santa María de Salvadur- por decisión del rey Alfonso IX. El cambio de nombre, afirma, se produjo cuando la iglesia fue donada a la Orden de Roncesvalles, que se comprometió a crear junto a ella un hospital o albergue de peregrinos.
La donación de la iglesia monfortina a la Orden de Roncesvalles quedó consignada en un documento firmado el 17 de abril de 1193. El investigador considera que el cambio de nombre de la iglesia y de la parroquia, así como su donación a esta cofradía santiaguista, están relacionados con la intensa actividad que desplegó Alfonso IX para promocionar las rutas jacobeas.
Solo otro caso
Navaza señala asimismo que el topónimo Rozavales tiene un carácter prácticamente único en Galicia, ya que en el territorio de la comunidad solo hay otro lugar que lleve ese nombre, situado en el municipio ourensano de Manzaneda. Ese lugar fue precisamente una posesión de la iglesia monfortina de Rozavales, de la que -según todos los indicios- tomó la denominación.
Por otra parte, el estudio histótico y filológico realizado por Gonzalo Navaza ha sido divulgado dentro del proyecto Toponomia de Galicia, promovido por la Real Academia Galega y la Xunta. La página web de este proyecto publicó recientemente una entrada en la que se hace eco de su hipótesis bajo del título «Rozavales, unha retoponomización xacobea».