
La ribera del Sil registra este invierno temperaturas máximas anómalas
19 feb 2021 . Actualizado a las 18:43 h.La viña de Breogán Pereiro es un mirador privilegiado sobre el cañón del Sil. Al pie del columpio más mediático y solicitado de la Ribeira Sacra, el viticultor de O Incio apura estos días la poda de las cepas que se sostienen en bancales en la empinada ladera de Doade. La faena le depara alguna sorpresa: en pleno más de febrero hay vides brotadas. «A realidade é a que é. Son gromos nas puntas das varas que están sen podar. Pero que imos mal con isto do tempo, dende logo», señala el dueño de la bodega Terra Brava. De la entrada del lagar de la viña, junto al columpio no apto para quien sufra vértigo, cuelga un termómetro en el que quedan reflejadas «as toladas do tempo». «Hoxe estaremos a dezanove graos tranquilamente e en novembro houbo días nos que se chegou a vinte e cinco», explica al otro lado del móvil. Con una semana de sol, pronostica, «as cepas vanse vir arriba». Los almendros llevan tiempo en flor y los paraguayos rebosan brotes. La ribera, más que nunca, es un mundo aparte.