Los niveles máximo y mínimo de restricción dividen la localidad
27 feb 2021 . Actualizado a las 12:40 h.La compleja situación geográfica y administrativa de localidad de Os Peares -dividida entre dos provincias y cuatro municipios- hace que las actuales normas de restricción de la movilidad adquieran unas condiciones muy peculiares. De los cuatro barrios que forman la población, el que pertenece al municipio ourensano de A Peroxa es el único que se encuentra en el denominado nivel 1 de restricción, el más estricto de los establecidos por las autoridades sanitarias. Los otros tres -situados en los municipios lucenses de Carballedo y Pantón, y en el ourensano de Nogueira de Ramuín- se hallan en el nivel 3, el más permisivo de todos, por lo que sus vecinos pueden desplazarse de unos a otros sin ningún obstáculo.
En el barrio de Casdavil -en territorio de A Peroxa- se encuentran por otro lado el centro de salud, la farmacia y la única tienda de ultramarinos de la localidad, por lo que los habitantes de las otras partes de Os Peares tienen que entrar en la zona de máxima restricción para recurrir a estos servicios. «Se temos que ir ao médico ou a comprar medicamentos e comida non ten porque haber ningún problema, porque son necesidades básicas», dice Manuel Nóvoa, un vecino del barrio de A Granxa, situado en el territorio que pertenece al municipio de Carballedo. «Tamén podemos ir á Barrela [capital del municipio], pero a zona da Peroxa quédanos ao lado da casa e sempre imos alí para esas cousas», añade.
Una fuente pública
Otra cuestión, señala asimismo Manuel Nóvoa, puede ser la de abastecerse de agua en la única fuente pública de la localidad, que se encuentra también en el barrio de Casdavil, muy cerca del centro de salud. «Todos os veciños dos Peares imos coller auga nesa fonte e agora non sei se estará permitido ou non, pero creo que as autoridades terían que ser comprensivas en casos tan particulares como este», comenta.
El único bar que está ahora activo es accesible para todos los vecinos excepto para los de A Peroxa
El nivel de restricción aplicado en el municipio de A Peroxa impide a los vecinos del barrio de Casdavil acceder al único bar que se encuentran actualmente abierto en Os Peares, situado en territorio de Carballedo. Se trata de la taberna O Xugo, en el barrio de A Granxa, que durante las últimas semanas solo pudo ofrecer cafés para llevar y que ayer recuperó su actividad dentro de lo que es posible en la actuales circunstancias.
En la localidad hay otros tres establecimientos de hostelería, pero dos de ellos se encuentran en el municipio de A Peroxa y están ahora cerrados, por lo que los vecinos de esta zona de momento no tienen la posibilidad de acceder a ellos. La población también cuenta con un bar en el barrio de O Torrón, perteneciente al municipio lucense de Pantón. Con las normas actuales, este local podría abrir hasta las seis de la tarde -como lo está haciendo la taberna O Xugo-, pero se da la coincidencia de que está cerrado esta temporada por circunstancias personales de sus responsables.
Clientela numerosa
Durante su primera jornada de actividad tras el obligado período de parón, la taberna O Xugo acogió ayer a numerosos clientes. «Veu bastante xente pola mañá e o ambiente estivo animado, pero loxicamente non puido vir ningún veciño da zona da Peroxa», dice el propietario del negocio, David Rodríguez. «É unha situación moi rara, porque están só a douscentos metros de nós, pero nestas condicións non poden moverse aos outros barrios se non é por causas xustificadas», añade. El local, sin embargo, puede acoger a los vecinos que viven en los territorios de Pantón y Nogueira de Ramuín, a unas distancias similares.
Los distintos grados de restricción que se aplican actualmente en los diferentes barrios de Os Peares, señala por otro lado David Rodríguez, están dando pie a otras situaciones poco habituales. Como ejemplo, el hostelero pone el caso de su propia familia. «Meu fillo de 11 anos pasou dous meses sen poder visitar a miña nai, que vive en Ourense, porque ata agora non se podía viaxar duns municipios a outros», explica. «Coa nova situación, o rapaz xa pode ir a Ourense para visitar á súa avoa materna, pero en cambio non pode ver á avoa materna, miña sogra, que vive do lado da Peroxa e ten a súa casa a cincocentos metros da nosa», agrega.
Rodríguez menciona también la fuente pública del barrio de Casdavil y señala que a los vecinos de los otras partes de Os Peares se les hace extraño el hecho de no poder ir a abastecerse de agua en ella, una costumbre local muy arraigada. «Mentres dure esta situación, creo que se queremos seguir bebendo a auga da fonte teremos que facelo a escondidas», bromea.
Una farmacia y una tienda que no se ven afectadas por el cierre
El responsable de la única farmacia de Os Peares, Mario Pérez Jiménez, dice que durante la jornada de ayer su establecimiento acogió con normalidad a clientes de los demás barrios de la localidad, lo mismo que la tienda de comestibles que está situada en las cercanías. «Para servicios básicos como estos, es normal que se permita entrar en el municipio de A Peroxa -señala-, porque la alternativa sería recorrer al menos veintitantos kilómetros por unas carreteras llenas de curvas, y además la mayoría de los vecinos son gente mayor».
El farmacéutico, por otro lado, considera como una medida excesiva el cierre perimetral de A Peroxa. «Es un municipio con un extensión muy grande, no uno pequeñito como puede ser Corcubión, y ahora solo hay dieciséis casos activos», comenta. A su parecer, la situación actual durará poco tiempo. «Creo que el cierre se levantará en una semana o dos como mucho», concluye.