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Vuelta a los orígenes en Sober

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

El seleccionador español de hockey, Sergi Maciá, regresa a la tierra de su abuela

24 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tuvieron que pasar 35 años para que el seleccionador español de hockey sub-20, Sergi Maciá, se reencontrara con parte de sus orígenes. Fue ayer en el lugar de Villoriz, en la parroquia de Bolmente, en el municipio de Sober. El exentrenador del FC Barcelona, acompañado de sus dos hijas, Alexandra y Jana, quiso revivir aquellos veranos en los que con 16 y 17 años venía con su abuela, María, a pasar las vacaciones. «¡Qué recuerdos!. Por las mañanas empezábamos en Villoriz con desayuno a base de roscón y de la leche, que incluso yo mismo ordeñaba con ayuda de mi abuela. Lo que me hacía mucha ilusión era cuando cocíamos el pan centeno en el horno, que consumíamos en los quince días siguientes, y la matanza del cordero, cuya carne comíamos en las fiestas de mediados de agosto. También recuerdo la época en la que recogíamos las patatas», comenta Maciá.

Pero la diversión era mayor cuando acudían a las fiestas patronales de Monforte y a las del resto de la comarca. «Íbamos a todas con mi primo Ricardo», dice. La relación del seleccionador nacional de hockey con Villoriz le viene de su abuela, María Fernández, la menor de siete hermanos, que a principio de los años 20 del siglo pasado emigró a Barcelona. Comenzó trabajando de asistenta, y a los seis meses se casó con Antonio Pueyo, exfutbolista del Osasuna. De ese matrimonio nació Regina Pueyo, la madre de Sergi. Hasta 1985 siempre veranearon en Villoriz, pero ese año murió la abuela, y no volvieron más.

Orgulloso de sus raíces

Sergi Macía tenía claro que debía volver a sus raíces. «Volver aquí es un privilegio y una responsabilidad. Creo que hemos de saber de dónde venimos, qué culturas nos han dado vida, y poder ir con mis hijas es poder descubrir esa Galicia que algunos olvidan. Me enorgullece tener raíces de Villoriz», añade.

Ayer, además de encontrarse con sus dos primos, también disfrutó de la jornada con el resto de familiares. Fue una jornada emotiva. Tras este tour, Sergio tendrá que reincorporarse al trabajo con la selección. Acaba de renovar con la federación española. «Me halaga que sigan pensando en mi para seguir aportando mi grano de arena. El objetivo es trabajar bien y que la consecuencia sea un título. Ahora queremos ganar el próximo europeo en septiembre y poder seguir dando frutos a la federación y seguir creciendo como equipo», apunta Maciá, que devolvió a los combinados nacionales a lo más alto, logrando un europeo y un mundial con la selección sub-20.

Sergi tiene una gran amistad con los entrenadores del Liceo y del FC Barcelona, Juan Kopa y Edu Castro -a este último lo incorporó él al club blaugrana para la base-, y no vería con malos ojos poner en marcha en la comarca un proyecto de hockey. «Estaría encantado. Creo que el tridente sería brutal», afirma.

Macía no descarta hacer una casa en la tierra de su abuela. «Nunca se puede descartar, y más en una zona tan privilegiada como la Ribeira Sacra», dice.