La principal fuente de ingresos municipal deja en Monforte casi 4 millones al año
01 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El equipo de gobierno llevará a pleno en noviembre la aprobación de los presupuestos municipales de Monforte para el 2022. Como paso previo, en la última sesión recibió el visto bueno de la corporación la puesta al día de las ordenanzas fiscales. Todas quedan igual salvo los precios de los servicios de agua y saneamiento, y limpieza y recogida de basura. En esos casos, los contratos obligan al Ayuntamiento a aplicar el IPC interanual. El IBI también seguirá en el mismo coeficiente, pese a que la oposición pidió de forma unánime su rebaja a raíz de una iniciativa de Esperta Monforte.
La recaudación por el IBI no es una cuestión menor para los ayuntamientos. En Monforte se ingresan cerca de cuatro millones, sobre un presupuesto que este año 2021 asciende en total a 14.892.353 euros. El gobierno local incidió en esta cuestión para rechazar la propuesta que solicitaba que el coeficiente de la contribución urbana -fijado ahora en el 0,605%- se rebajase al 0,505%. Sin esos ingresos, objetan los responsables municipales, no se podría mantener el nivel actual de inversiones e incentivos. Por otro lado, y según su argumentación, la presión fiscal por este concepto estaría en Monforte «por debaixo doutros concellos da nosa zona».
Según los datos disponibles en la web del Ministerio de Hacienda, solo un municipio del sur lucense tiene un tipo impositivo superior al de Monforte. En A Pobra do Brollón se aplica, concretamente, un coeficiente del 0,71% en la contribución urbana. En rústica es del 0,90%, frente al 0,38% de Monforte, aunque esta tributación es mucho menos relevante. Al no alcanzar el mínimo exigido por la ley, los recibos correspondientes a un número relevante de fincas ni siquiera se pasan a cobro.
Otro modelo de financiación
«Se temos pouca poboación e non se fan suficientes transferencias, non queda outro camiño que o impositivo para manter un nivel mínimo de servizos. Non queda outra mentres non haxa outro modelo de financiamento que atenda á dispersión e á problemática dos pequenos concellos», explica el alcalde de A Pobra do Brollón, José Luis Maceda.
Los municipios de Bóveda, Chantada y Ribas de Sil aplican en estos momentos coeficientes por la contribución urbana del 0,60%, por encima de los que están vigentes en Quiroga (0,55%), Sober (0,52%), Carballedo (0,50%), O Incio (0,50%), O Saviñao (0,50%) y Pantón (0,49%). Las tasas impositivas más bajas por la contribución urbana en el sur lucense se sitúan en Folgoso do Courel y Taboada, con el 0,40%. Por otra pare, en el conjunto de la provincia -y además de en A Pobra do Brollón- el porcentaje del IBI es más alto que en Monforte en Barreiros (0,80%), Viveiro (0,72%), Lugo (0,67%) y Meira (0,66%).
La mayoría de las valoraciones son de hace más de treinta años, aunque hubo revisiones parciales
Los concellos de la zona sur de la provincia se resisten a la actualización de los valores catastrales y la gran mayoría manejan tasaciones que datan de hace más de treinta años. Según datos de la Secretaría de Estado de Hacienda, las ponencias para fijar la contribución urbana fueron elaboradas en 1989 en los municipios de Bóveda, Carballedo, Chantada, Folgoso do Courel, Pantón y A Pobra do Brollón.
Algo más recientes son las valoraciones que se ponen en práctica -siempre con carácter general, ya que hubo algunas modificaciones en zonas puntuales- en Monforte (1996), O Incio (2011), Quiroga (2007), Ribas de Sil (2007), O Saviñao (2004) y Taboada (2001). Sober es un caso único en el sur lucense, ya que sus criterios de tasación de la contribución urbana se pusieron al día en el 2020.
La actualización de las ponencias puede ser solicitada por los ayuntamientos a la Dirección General del Catastro, pero rara vez de produce esta circunstancia por el carácter impopular de las revisiones de tipo fiscal. La administración del Estado, sin embargo, la lleva a cabo directamente y de forma escalonada en aquellos municipios que tienen en vigor el plan general de ordenación municipal. Sober fue uno de los primeros concellos de la zona en aprobarlo y de ahí que el Catastro haya procedido a la revisión de los valores de referencia para fijar el IBI.
Sober estudia una rebaja
A Pobra do Brollón puso en práctica hace años una rebaja de la contribución urbana que, según el alcalde, no se pudo mantener porque ponía en entredicho la estabilidad presupuestaria municipal. Sober, por el contrario, se plantea una rebaja del coeficiente actual, que se sitúa en el 0,52%, frente al 0,71% de A Pobra. «Temos a intención e o compromiso de facelo a curto prazo», dice el regidor de Sober, Luis Fernández Guitián.
Según explica, las últimas revisiones realizadas por el Catastro permitió que aflorasen un número importante de propiedades que no cotizaban o que tributaban por debajo de su valor real. Esta circunstancia se traduce en un incremento de la recaudación por urbana que, según Guitián, da pie al Ayuntamiento a revisar a la baja el coeficiente que se aplica ahora en el IBI.