Los embalses de la Ribeira Sacra anticipan el adiós a la sequía

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Fotografía de archivo de la presa de Belesar liberando agua por su base. Este embalse acaba de sobrepasar el 50% de su nivel por primera vez en seis meses
Fotografía de archivo de la presa de Belesar liberando agua por su base. Este embalse acaba de sobrepasar el 50% de su nivel por primera vez en seis meses ALBERTO LÓPEZ

Belesar eleva las reservas hídricas conjuntas al superar el 50% de su capacidad por primera vez en seis meses

16 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los embalses de la Ribeira Sacra encaran el final del primer trimestre del año hidrológico 2022-2023 con cerca de 1.300 hectómetros cúbicos de agua, una carga normal para esta época del año. El dato no tendría mayor importancia si no fuese porque llegan después de una prolongada sequía. Técnicamente, buena parte de la cuenta del Miño y el Sil siguen en situación de alerta por sequía, pero todo apunta que esa alarma será desactivada a finales de diciembre. El mayor embalse de todos, el de Belesar, acaba de pasar de nuevo la cuota del 50% de llenado, un nivel al que no llegaba desde hace alrededor de medio año.

La Ribeira Sacra continúa en situación técnica de alerta por sequía, pero este otoño lluvioso está regalando un arranque de año hidrológico tranquilizador. El máximo responsable de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, confirmaba hace unos días que en la revisión de la situación que toca para finales de este mes probablemente se pueda ya certificar la vuelta a la normalidad tras meses de apuros por falta de agua. En cualquier caso, el nivel de alerta o de prealerta se mantiene por ahora en toda la Ribeira Sacra, tanto en el Cabe, como el Miño Alto y el Sil inferior. Eso sí, las cifras de llenado en estos momentos certifican que la vuelta a la normalidad está próxima.

El empuje de Belesar

La mejoría de los datos viene empujada en buena medida por Belesar, el mayor embalse no solo de la Ribeira Sacra, sino también de toda Galicia. Este embalse del río Miño acaba de superar de nuevo el 50% de llenado, una cuota de la que bajó el pasado mes de mayo y que desde aquel momento de la primavera todavía no había recuperado.

Más de un tercio de los 1.300 hectómetros cúbicos de agua embalsados en estos momentos en los embalses de la Ribeira Sacra están en Belesar. Y en los últimos días su nivel sube de forma notable y sostenida, entre 2 y 3 hectómetros cúbicos cada 24 horas.

Inmediatamente por debajo de Belesar, el embalse de Os Peares roza el lleno, con un 98% del agua que es capaz de almacenar. Atrás quedan las cinco semanas de bajada artificial del nivel aplicadas por Naturgy en octubre y noviembre por necesidades de mantenimiento técnico de las compuertas de la presa.

Los embalses del Sil también presentan buenas cifras en estos últimos días del otoño. El mayor de ellos, el de Santo Estevo, retiene 170,4 hectómetros cúbicos, prácticamente un 80% de su capacidad total.

El único embalse de esta zona cuyo nivel no está sujeto a las necesidades de producción de energía de las empresas hidroeléctricas es el de Vilasouto, en el tramo del río Mao que pasa por O Incio, que es de uso únicamente agrario. También se está recuperando de un verano tan complicado que los usuarios del regadío Val de Lemos no pudieron utilizar su agua más que en dos ocasiones, una el 4 y otra el 15 de agosto.

Ahora tiene 7 hectómetros cúbicos de agua, un 35% del total. Puede parecer una cifra baja, pero es más o menos la habitual para este embalse en esta época del año. Vilasouto llegó este año ya exhausto a la temporada de riego, con mucha menos agua de la normal.

Un repaso más global de las cifras revela que el conjunto de la cuenca Miño-Sil guarda embalsada en estos momentos 1.621 hectómetros cúbicos de agua, el 53,5% de su capacidad total. El año pasado por estas fechas era un 46% y la media habitual un 54%.

La consecuencia de las lluvias

La recuperación de los niveles habituales en los embalses son la consecuencia lógica de un arranque de año hídrico más lluvioso de lo habitual. Todas las estaciones meteorológicas de la Ribeira Sacra registraron en octubre y noviembre, los dos primeros meses del año hídrico 2022-2023, precipitaciones claramente por encima de la media. En el caso concreto del municipio de Monforte, lo que llovió en esas ocho semanas supera en un 38% la media habitual para ese momento del año. Ese mismo porcentaje de precipitaciones por encima de la media es el que maneja la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para el conjunto de esta cuenca.