Los enólogos eligen los mejores vinos de España, y en Ribeira Sacra gana un blanco

LEMOS

Abadía da Cova, mezcla de godello y albariño con crianza en barrica, obtiene un gran oro en la cata de Vinespaña
09 may 2023 . Actualizado a las 18:24 h.El debate parece haber llegado para quedarse. Las ventas de blancos se disparan a nivel nacional e internacional. Rías Baixas va como un tiro y los grandes grupos aterrizan en tierras del albariño y en otras zonas de Galicia para incorporar a su catálogo este tipo de vinos. Volcada tradicionalmente a la elaboración de tintos jóvenes, en Ribeira Sacra muchos bodegueros se lamentan por haber relegado otras opciones a lo anecdótico. Los resultados de la última cata Vinespaña, organizada por la Federación Española de Enólogos, alimentan ahora el debate. El mejor vino de esta denominación de origen fue un blanco mezcla, de godello y albariño, con paso por barrica.
Doce vinos de Ribeira Sacra resultaron premiados en la última edición del concurso, que tuvo lugar en Zaragoza entre los días 12 y 13 de febrero coincidiendo con la celebración de la feria Enomaq. Siete de ellos obtuvieron medallas de oro: los blancos Pazo da Maga y Castrofiz Amenza; y los tintos Guímaro A Ponte, Alcouce, Castrofiz Mencía, Corga Brancellao Barrica y Corga Brancellao. Estos dos últimos concursaban en la modalidad de vinos ecológicos. También en la categoría de tintos, recibieron medallas de plata Prómine Singular, Xiana y Finca Míllara.
El único gran oro de Ribeira Sacra recayó en el blanco Abadía da Cova Loia, del que esta bodega de O Saviñao produce alrededor de 4.000 botellas al año. Elaborado mayoritariamente con godello y albariño, lleva una pequeña aportación de treixadura y loureira. Según la ficha de cata, el vino fermenta en depósitos de acero inoxidable con estricto control de temperatura y se afina luego en barricas de acacia durante seis meses y con un removido periódico de las lías.
La composición de los paneles de cata, integrados exclusivamente por profesionales de la enología, tiene su reflejo en el estilo de los vinos ganadores. «O perfil dos catadores é moi técnico, moi esixente no relativo á ausencia de calquera tipo de defecto na elaboración. Buscan viños que resulten tecnicamente impecables», apunta Humberto Loureiro, sumiller el restaurante de Chantada A Faragulla y colaborador en la organización de la cata en las últimas ediciones.
En un jurado integrado por enólogos de toda España, por otra parte, los blancos gallegos pueden jugar con cierta ventaja sobre los tintos a la hora de optar a las medallas. «Os brancos reúnen todos os parámetros que poida buscar ese tipo de catador: aromas, elegancia, frescura... Nos tintos é normal que se inclinen máis a un gusto ‘peninsular', de viños máis feitos, sen as aristas das que nalgún momento poden aparecer aquí», opina Loureiro.
El incremento paulatino de la superficie destinada al cultivo de uva blanca es una constante en los últimos años en Ribeira Sacra. Pero aun así la producción dedicada a estas variedades ronda el 10% del total de la cosecha. La drástica reconversión que se acometió en los comienzos de la denominación de origen —y la fuerte demanda inicial de los tintos jóvenes de mencía— propiciaron que esta uva se extendiese por zonas que reunían mejores condiciones para la producción de vinos blancos.
Una mayor diversidad
«Sen renunciar ás nosas características, penso que temos que prestarlle máis atención aos viños brancos. O mercado está aí, dinos por onde van as tendencias e aquí temos zonas con condicións óptimas para facer brancos», dice Evaristo Rodríguez, gerente de Abadía da Cova. Desde su punto de vista la producción debe diversificarse hacia los blancos y también entre los tintos, para aprovechar el potencial de variedades de cultivo tradicional diferentes a la mencía.
«Non hai por que facer un so tipo de tinto —reflexiona Evaristo Rodríguez— nin unha única elaboración. Temos unha diversidade á que non podemos renunciar. Distintos estilos de viños dan respostas diferentes a un mercado no que hai moitos camiños para as adegas».