La azarosa vida de Cándido F. Inchaurbe, autor del mapa ferroviario que se restaura en Monforte

LEMOS

La familia del artista, nacido en Argentina y fallecido en León, desconocía la existencia del mural que decora el vestíbulo de la estación de ferrocarril
04 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Una parte de la obra de Cándido Fernández Inchaurbe nunca se conocerá. Las pinturas y dibujos de su primera etapa desaparecieron en la guerra civil, cuando una bomba destruyó la vivienda en la que vivía entonces en Madrid. La capital —a la que fue destinado tras aprobar en 1920 la plaza de delineante ferroviario— era el escenario ideal para sus inquietudes culturales. «Siempre nos habló con mucho cariño de esos años», recuerda su nieta Laura Devesa, al otro lado del teléfono camino de su casa en Valladolid.
Los recuerdos del pintor afloran con fuerza estos días entre sus familiares. Gracias a una búsqueda casual en Google, saben que la memoria del artista sigue viva con la restauración del mapa ferroviario de Galicia que firmó en la estación de tren de Monforte de Lemos hace setenta años.
Las dos hijas y los siete nietos de Inchaurbe enviaron recientemente una carta al presidente de la Asociación Monfortina de Amigos del Ferrocarril, Fermín Avellaneda, en la que hacen extensivo su agradecimiento a los que contribuyeron a impulsar la restauración de ese mural. Parte de la obra de Inchaurbe —así firmaba sus cuadros— se conserva en domicilios de familiares y amigos. También se exhibió —y se exhibe— en locales comerciales de León. «La posibilidad de contemplar el mural de Monforte nos produce mucha emoción», señala la familia.

El antiguo mapa ferroviario de Galicia con la rúbrica de C. F. Inchaurbe es de 1954 y las primeras llamadas en favor de su restauración —ahora en marcha por iniciativa de ADIF— datan de hace una década. Sin embargo, hasta hace poco nadie había puesto el foco en la autoría del mural. Una serie de reportajes de este diario con los que dieron sus parientes en una búsqueda en internet arrojan luz sobre la personalidad del artista que estampó su rúbrica en el mural. Gracias a la colaboración de su familia, es posible profundizar algo más en su vida y en su faceta artística.
Nació en Argentina
Cándido Fernández Inchaurbe era el mayor de los cuatro hijos del matrimonio de Julio Fernández y Tomasa Inchaurbe. Nació en agosto de 1909 en Argentina, a donde habían tenido que emigrar sus progenitores. Su padre, natural de la montaña leonesa, trabajaba como obrero especializado para una empresa británica asentada en el puerto de Punta Alta, al sudoeste de Buenos Aires. La muerte de su única hija durante la estancia en ese país causaría un fuerte impacto en su mujer, originaria de Ceanuri, en Vizcaya. Poco después, el matrimonio decide volver a España.
De regreso, se instalan temporalmente en la casa familiar de Argovejo. El maestro de la escuela de ese pueblo leonés ejercerá una notable influencia sobre el joven Inchaurbe. «Era un hombre culto, inquieto, e inculcó a mi abuelo curiosidad intelectual y amor por el conocimiento. Ninguna de las dos cosas lo abandonaría ya nunca», dice Laura Devesa.
El padre del pintor trabajaba como calderero en el ferrocarril y Cándido, tras superar los estudios de bachillerato, prepara una oposición para delineante ferroviario con el apoyo de una de las sociedades de amigos del país de León. En esta ciudad acude a clases de pintura y traba amistad con el artista José Vela Zanetti, que sería autor de un mural inaugurado en 1953 en la sede de la ONU.

Madrid fue el primer destino de Inchaurbe como delineante ferroviario. En plena guerra civil le trasladan a Valladolid, donde asciende a proyectista y se casa en 1940 con Laura de los Ríos, hija de un jefe de tren. Allí nacen sus tres hijos: Laura, Julio y Carmen. En esa época comienza a hacer retratos, entra a formar parte de un estudio de arquitectura e hizo posiblemente su primer proyecto de decoración. Valladolid, sin embargo, no le pareció un lugar en el que poder realizarse en sus facetas de pintor y decorador. En 1949 la familia ya está instalada en León.
Laura Devesa explica que esa provincia ejerció en su abuelo una verdadera fascinación. Encontró en ella los personajes, pueblos, paisajes y monumentos que desfilan por su prolífica obra, con la que alimentaba su vena artística y obtenía unos ingresos complementarios al sueldo de Renfe. En ese período también elabora en sus ratos libres proyectos de decoración de locales comerciales y de hostelería, e interiores de viviendas.
Inchaurbe encontró tiempo para ser un destacado animador de la vida cultural de León. En torno a 1965, once años después de rematar el mural ferroviario de Monforte, se jubila en Renfe para dedicarse exclusivamente a la decoración, la pintura y el dibujo, pasiones que mantendrá hasta su fallecimiento. Su familia recuerda que ya octogenario continuaba firmando proyectos. La muerte le llegó el 11 de febrero de 1995. «Fue un hombre ilustrado, un observador agudo y de mente abierta, humilde y generoso, al que todo el mundo quiso», apunta su nieta.