El 2023 dejó temperaturas muy altas en el sur de la provincia, pero no faltaron las precipitaciones
30 dic 2023 . Actualizado a las 17:55 h.Durante el 2023, la sequía y los incendios forestales no afectaron al sur de la provincia en la misma medida que en el 2022, pero el año meteorológico trajo fuertes contrastes de temperaturas y precipitaciones, así como un calor otoñal desorbitado que perjudicó gravemente la cosecha de castañas y alteró la temporada de setas. El 2023 empezó lluvioso y con los embalses creciendo con gran rapidez. La nieve hizo aparición el 17 de enero, causando diversos problemas en las carreteras de montaña, y el 25 de febrero cubrió de blanco gran parte del territorio de la Ribeira Sacra.
El invierno fue calificado como «húmido» por MeteoGalicia, pero eso no impidió que Monforte ocupase el quinto lugar de Galicia con la menor precipitación acumulada durante la estación, con 319 litros por metro cuadrado. Monforte también figuró entre los diez lugares de la comunidad donde se registraron las temperaturas invernales más bajas por debajo de los mil metros de altura, con 6,1 grados bajo cero. Esta mínima se registró el 11 de febrero.
Una primavera muy cálida
La primavera meteorológica —es decir, el período que va de marzo a mayo— fue clasificada por MeteoGalicia como «moi cálida», lo que se hizo sentir en el sur de la provincia. Ribas de Sil y Monforte ocuparon el sexto y el décimo lugar —con 31,1 y 30,7 grados centígrados, respectivamente— en la lista de localidades gallegas donde se observaron las temperaturas máximas más elevadas de este período. La estación fue también definida como «seca» por la agencia meteorológica gallega, con un porcentaje de precipitación inferior en un 24% —para todo el territorio de la comunidad— a la media del período de referencia 1981-2010.
La misma calificación, «moi cálido» fue otorgada por MeteoGalicia al verano —meses de junio, julio y agosto—, un período en el que varios municipios del sur lucense rebasaron los 40 grados centígrados y se situaron en el ránking de los diez valores más altos de Galicia. Fueron los de Ribas de Sil, Monforte y Pantón. Todos los demás concellos de esta lista pertenecen a la provincia de Ourense.
Dos municipios de la Ribeira Sacra, los de Ribas de Sil y Pantón, también se colocaron entre las diez localidades gallegas en las que se observaron las temperaturas más altas del otoño, un período meteorológico —meses de septiembre, octubre y noviembre— que para MeteoGalicia fue «extremadamente cálido». En ambos concellos se registraron 35,1 grados el mismo día, que fue el 1 de octubre.
Beneficio para los regantes y perjuicio para la castaña
Aunque la primavera fue en general seca, el embalse de Vilasouto almacenó una suficiente cantidad de agua para abastecer durante el verano la red de regadío Val de Lemos, en la que no hubo que aplicar ninguna restricción, al contrario de lo que ocurrió en el 2022. En julio, el embalse de O Incio estaba al 76%,19% de su capacidad total. Un año antes, esa cifra era del 47,62%. La campaña de regadío terminó a principios de septiembre con menos agua de lo previsto, pero sin problemas de consideración.
Si para los regantes fue un buen año, no ocurrió lo mismo con los productores de castaña. Las altas temperaturas de la primera quincena de octubre redujeron drásticamente una cosecha que al principio se mostraba prometedora en el sur lucense. Aunque no tantas como el pasado año, esta vez también hubo dificultades a la hora de conseguir suficiente fruta para celebrar la Festa da Castaña do Courel y la Festa da Pisa de Froxán.
El calor y la escasez de agua afectaron también a las setas. En los municipios de la Ribeira Sacra, la campaña de recogida de especies comestibles se retrasó cerca de un mes. Los hongos empezaron a brotar en abundancia a finales de octubre, cuando lo normal es que lo hagan en septiembre.
Aguas enturbiadas
El otoño, definido por MeteoGalicia como «extremadamente húmido», también trajo abundantes precipitaciones al sur de la provincia. Las lluvias incluso enturbiaron el agua de la traída municipal en A Pobra do Brollón y Quiroga. Entre los meses de septiembre y octubre, en los dos municipios, los arrastres llevaron hasta las tuberías cenizas de los incendios del año pasado.
A principios de noviembre, las lluvias también cayeron con intensidad suficiente como para provocar derrumbes en carreteras de los municipios de Sober, Folgoso do Courel y Ribas de Sil. En diciembre hicieron aparición las nieblas, lo que ocasionó que en lugares como Monforte pasasen días sin lucir el sol.