El consorcio turístico de la Ribeira Sacra busca fincas para poder aparcar cerca del catamarán

LEMOS

Quiere facilitar el acceso al embarcadero de Ponte do Sil con buses lanzadera desde Doade y Abeleda
20 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El consorcio de turismo de la Ribeira Sacra recibirá dos millones de euros para nuevas actuaciones encaminadas a fomentar el turismo sostenible en los 26 municipios de las provincias de Lugo y Ourense que lo integran. En su reunión del pasado lunes, el Consello de la Xunta autorizó la firma del convenio con la asociación que se encargará de desarrollar esas iniciativas. El acuerdo deberá ser suscrito también por la Secretaría de Estado de Turismo, que cofinancia el plan de sostenibilidad junto con la Axencia de Turismo de Galicia.
«O plan vai máis lonxe da mobilidade e abrangue outros aspectos orientados a mellorar a calidade e competitividade do destino turístico, como pode ser o fomento das iniciativas da economía circular», apunta la gerente del consorcio, Alexandra Seara. Las cuestiones relacionadas con la movilidad, no obstante, se llevan una parte importante de los fondos destinados a la nueva fase del plan de sostenibilidad.
Según avanza, hay una partida de 500.000 euros para buses lanzadera, conexiones mediante sendas peatonales y acondicionamiento de estacionamientos «disuasorios» en las proximidades de los destinos turísticos más demandados.
Los puntos conflictivos
El consorcio identificó a través de un estudio previo trece puntos «conflictivos» por la afluencia de visitantes que acuden a ellos con sus vehículos. Esta circunstancia no solo afecta a la imagen de la oferta turística. También entraña problemas de seguridad vial por las características de los accesos, casi siempre carreteras estrechas y de trazado sinuoso con escasos lugares donde estacionar. Uno de esos puntos problemáticos es el embarcadero de Ponte do Sil, a medio camino entre Monforte y Castro Caldelas.
La intención del consorcio es hacerse con terrenos en Doade (Sober) y Abeleda (A Teixeira) para convertirlos en aparcamientos en los que los turistas puedan dejar sus coches y dirigirse al embarcadero en buses lanzadera que también cubrirían el recorrido de regreso. «Vaise falar cos concellos para ver a dispoñibilidade de terreo municipal e tamén con particulares que poidan estar interesados en vender», señala Alexandra Seara.
En el 2020 se firmó un primer plan de estas características con el mismo importe destinado a la Ribeira Sacra. Iba a tener tres años de vigencia pero se extenderá hasta el 2025, tras la aprobación de la correspondiente prórroga. La diferencia con el nuevo convenio es que ahora la financiación —en la que entran fondos europeos Next Generation— corresponde a partes iguales a las administraciones central y autonómica. En el anterior cubrieron el 85% de la inversión y el consorcio puso el 15% restante.
Con cargo a ese plan inicial de sostenibilidad se llevaron a cabo los primeros estudios para mejorar la movilidad turística en la Ribeira Sacra a través de buses lanzadera. Esta será una de las líneas de trabajo que desarrolle el consorcio en la nueva entrega que se va a poner en práctica. «Serán diferentes accións que van chegar a todos os concellos», explica su presidente, el alcalde de Sober, Luis Guitián.
La delimitación actual
El mapa inicial del consorcio turístico estaba formado por Bóveda, Carballedo, Castro Caldelas, Chantada, Esgos, Monforte, Montederramo, Nogueira de Ramuín, O Saviñao, Pantón, Parada de Sil, Paradela, A Peroxa, A Pobra do Brollón, Portomarín, Quiroga, Ribas de Sil, Sober, Taboada, A Teixeira, y Xunqueira de Espadanedo. Con la ampliación del pasado año se integraron Chandrexa de Queixa, O Pereiro de Aguiar, A Pobra de Trives, Manzaneda y San Xoán de Río.
El consorcio turístico de la Ribeira Sacra llevó a cabo gestiones, junto con el Ayuntamiento de Pantón, para acondicionar una zona de estacionamiento en las proximidades del sendero que conduce a la Fervenza de Augacaída, uno de los lugares más visitados de ese municipio. Sin embrago, la adquisición de los terrenos particulares que iban a adquirirse con ese fin está parada por los problemas a la hora de localizar a todos los herederos de la propiedad.
El embarcadero de Ponte do Sil y la Fervenza de Augacaída no son los únicos recursos turísticos que generan problemas de movilidad. Aunque con mucho menos movimiento que el catamarán del cañón del Sil, en la lista elaborada por el consorcio también figura el club náutico de Belesar, en O Saviñao. Otro punto conflictivo está en la playa fluvial de A Cova, situada en ese mismo municipio, uno de los primeros destinos de los buses lanzadera con los que se redujo a su vez el acceso con vehículos particulares a algún monasterio ourensano.
Crecimiento exponencial
Los planes de sostenibilidad se activaron en la Ribeira Sacra ante el crecimiento exponencial de la demanda turística que se produjo en los últimos años y su impacto sobre un territorio que se presenta como un destino de descanso asociado a la gastronomía, la naturaleza y el patrimonio. Según los datos facilitados por el consorcio, los buses lanzadera movieron durante el pasado verano un total de 32.000 viajeros en las rutas del monasterio de Santo Estevo, de los embarcaderos de Ponte do Sil y Belesar, y de la playa del embalse del Miño en A Cova.