La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil pide más seguridad en la playa fluvial de A Cova
LEMOS
Advierte al Ayuntamiento que hay que balizar la navegación para evitar riesgos a los bañistas
27 jul 2024 . Actualizado a las 20:10 h.La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil reclama al Ayuntamiento que ordene los usos del agua en la playa fluvial de A Cova, una de las zonas de recreo más visitadas de la Ribeira Sacra. Lo hace, dicen sus portavoces, para evitar riesgos a los bañistas.
Este organismo público dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica anunció este sábado que acaba de enviar una comunicación al Ayuntamiento de O Saviñao para que solicite autorización para instalar los elementos necesarios para acotar las zona de fondeo de embarcaciones, accesos o espacios más peligrosos y así «evitar riesgos innecesarios» ante la «intensa actividad acuática y de ocio de este espacio».
Los portavoces de esta confederación hidrográfica explican que «se trata de armonizar el disfrute de los cauces fluviales con el buen uso y la seguridad de las actividades» que se desarrollen en ellos.
El uso del agua de los ríos para baño, recuerdan en este organismo público, no es incompatible con la navegación, pero este último tiene una regulación y unas normas específicas. Son usos compatibles entre sí, pero «puede existir riesgo de accidentes si se desarrollan de forma intensiva y simultánea en la misma ubicación», advierten. De ahí que es preciso instalar balizas que separe las dos actividades.
La autorización de zonas de baño es competencia de las comunidades autónomas, pero la instalación de cualquier elemento dentro del denominado dominio público hidráulico tiene que ser autorizado por la confederación hidrográfica de cada cuenca.
El control de los embarcaderos
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil tiene en marcha un estudio para ordenar la navegación y el uso de embarcaderos en la Ribeira Sacra.
El objetivo de este proyecto es evitar lo que los responsables de este organismo califican como «la masificación y el desorden existente de estructuras en el cauce que producen efectos adversos en la naturaleza y el patrimonio».
El estudio, que todavía no tiene fecha de presentación pública, pretende «contener la degradación actual de este lugar emblemático, contribuyendo a favorecer su designación como Patrimonio de la Humanidad».