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«Que non se fíen, que os mapas terman de todo», advierten los expertos a los turistas

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El autobús se atascó en una curva de 180 grados que está muy cerca del puente que cruza el Sil en Santo Estevo
El autobús se atascó en una curva de 180 grados que está muy cerca del puente que cruza el Sil en Santo Estevo CEDIDA

Estos son los tres conocidos enclaves de la Ribeira Sacra en los que puede haber problemas para llegar en autobuses grandes. Los expertos instan a que los grupos grandes se informen en de vez de planificar su viaje solo desde la distancia, para evitar problemas como el del autobús atascado

12 abr 2025 . Actualizado a las 19:49 h.

«O ano pasado tiven un grupo de fóra que viña cun programa inviable para o tamaño de autobús no que viaxaban». Lo cuenta el guía Guillermo Díaz Aira al hilo del incidente en el que se vio implicado este martes un autobús de grandes dimensiones que llevaba turistas al embarcadero de Santo Estevo. El bus se atascó en una curva a un palmo del terraplén que cae al río Sil y la carretera estuvo cortada durante horas, además de que uno de los viajeros resultó herido leve al salir del vehículo. Imprevistos así ocurren más de lo que parece. No en toda la Ribeira Sacra, pero sí en algunos de los lugares más visitados.

Todo apunta a que lo de este martes fue el resultado de un problema de planificación, porque no es que el autobús no fuese en la dirección correcta, sino que era un vehículo demasiado grande para esa carretera. Era la LU-P-4103, que lleva de Ferreira de Pantón al puente de Santo Estevo y es la ruta más utilizada por quienes quieren llegar desde la comarca de Monforte al embarcadero de la Diputación de Ourense en el cañón del Sil, que está en el municipio de Nogueira de Ramuín.

Esta carretera provincial empieza en Ferreira con un trazado muy cómodo y ancho más que suficiente para autobuses de cualquier tamaño, pero en cuanto empieza a bajar hacia el río se estrecha y se llena de curvas y cuestas muy pronunciadas.

Es discutible si un autobús de este tamaño podía haber superado esa curva en concreto a base de paciencia y muchas maniobras. Probablemente eso dependerá del número de ejes que tenga y de la maniobrabilidad del modelo en cuestión, pero lo que parece claro ni esa curva ni las otras que la preceden son recomendables para autobuses grandes, que pueden alcanzar los trece o los catorce metros de longitud.

Guillermo Díaz Aira confirma que este tipo de problemas son relativamente habituales en un territorio como el de la Ribeira Sacra, con una orografía complicada sobre todo en las zonas más próximas a los ríos. Y Ahí están precisamente algunos de los enclaves más visitados por turistas que viajan solos o en familia, pero también por los que se mueven en grupos.

Este guía echa en falta señalización específica de advertencia en los puntos más problemáticos. Una prohibición señalizada de circular por determinados tramos de carreteras a vehículos demasiado largos evitaría muchos problemas, apunta.

Pero otra parte del problema no es achacable a la falta de señales. «Que non se fíen, que o mapa terma de todo, pero cando estás sobre o terreo é outra cousa», recomienda. Planificar a distancia y sobre un mapa, de papel o virtual, puede inducir a error. Es fácil comprobar los tiempos de viaje por una u otra ruta, pero no tanto controlar de esa manera las pendientes, las anchuras y los radios de algunas curvas.

Lo que los expertos recomiendan a quienes organicen viajes en grupo en autobús por esta parte del interior de Galicia es que ante cualquier dura pregunten en el consorcio de turismo de la Ribeira Sacra, en la oficinas de turismo municipales o con los guías profesionales que conocen el terreno.

A la mayor parte de los puntos más visitados de la Ribeira Sacra se llega con facilidad en cualquier tipo de vehículo. Pero en algunos no es difícil que los grupos grandes tengan problemas.

Guillermo Díaz Aira enumera los tres enclaves que reciben visitantes de forma masiva y en los que hay que pensárselo dos veces antes de adentrarse en ellos en un autobús grande.

  • Embarcadero de Santo Estevo (Nogueira de Ramuín). Embarcadero de Santo Estevo. Situado en la orilla ourensana, es uno de los cuatro puntos de embarque de las rutas en catamarán que recorren el cañón del Sil. Llegar hasta allí desde el lado de la provincia de Lugo por el camino más corto lo lleva a uno por la carretera en la que el martes se quedó bloqueado este autobús. Es más recomendable utilizar la que va desde Os Peares.
  • Pasarela del río Mao (Parada de Sil). En el municipio de Parada de Sil, este sendero que discurre en parte por unas pasarelas de madera suspendidas sobre este afluente del Sil es una de las atracciones más populares de la Ribeira Sacra, pero llegar no es tarea fácil en un autobús grande. Guillermo Díaz Aira fue testigo hace poco de que los problemas del chófer del bus del grupo que lo había contratado para que los guiase por esa ruta. Acabó llegando, pero a costa de dejar su carrocería marcada en el asfalto.
  • Playa fluvial de A Cova (O Saviñao). La bajada desde Escairón al punto del río Miño en el que se encuentra la playa fluvial de A Cova obliga a extremar el cuidado a todos los conductores, también a los que llevan coches pequeños. No es aconsejable intentarlo con autobuses grandes. Por algo el Ayuntamiento de O Saviñao trata de reducir el tráfico en fechas punta con los buses lanzadera (de los pequeños) que suele poner en marcha en verano.