Penas do Castelo, una fortaleza del valle del Lor perdida en el tiempo

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

A POBRA DO BROLLÓN

Los investigadores creen que el asentamiento puede datar de la Edad del Hierro o de la alta Edad Media
Los investigadores creen que el asentamiento puede datar de la Edad del Hierro o de la alta Edad Media CEDIDA

Los arqueólogos intentan averiguar la edad de un misterioso yacimiento

14 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En la parroquia de Salcedo -en el municipio de A Pobra do Brollón- terminó recientemente la primera intervención arqueológica llevada a cabo en el yacimiento de Penas do Castelo, un antiguo recinto fortificado situado en la cima de un promontorio rocoso que se eleva sobre el valle del Lor. El lugar ha sido considerado a veces como una posible fortaleza medieval, pero tras los primeros sondeos los investigadores todavía no han conseguido determinar a qué época corresponde esta construcción.

En las excavaciones se desenterró una muralla de seis metros de ancho por cuatro de alto, pero no se encontró ninguna pieza arqueológica que pueda dar pistas sobre la antigüedad de la construcción, como podrían ser fragmentos de cerámica o alguna herramienta. «O problema é que o lugar é moi abrupto é o terreo ten moi pouca profundidade, de en torno a quince centímetros, en así que os obxectos que puideron quedar depositados aquí seguramente foron arrastrados hai moito tempo polo monte abaixo a causa da erosión», apunta el arqueólogo Benito Vilas, director técnico del proyecto.

El único objeto que se pudo encontrar en los sondeos fue un fragmento de enlucido o argamasa que debió de pertenecer a una construcción que existió en el interior del recinto amurallado. Pero ese enlucido no formó parte de la muralla, que está construida en piedra seca. «Tivo que estar nunha parede dunha vivenda o algunha outra construción da que non conseguimos encontrar ningún resto nas sondaxes que fixemos», dice el arqueólogo.

Datación por carbono 14

Ante la falta de materiales que permitan asignar una cronología a esta construcción, los investigadores emplearán otra técnica. Para ello se utilizarán unas muestras de tierra extraídas en dos puntos diferentes de la base de la muralla, con las que se realizará una datación por carbono 14. De esta forma se intentará saber cuándo se formó esa parte del terreno y tener una idea de cuándo se construyó la muralla. Los resultados de estos análisis, que serán realizados por la edafóloga Cruz Ferro, se conocerán aproximadamente en tres meses.

Para entonces se espera tener una imagen más clara de la antigüedad de esta construcción. «Cos datos que temos agora, a muralla pode ser tanto da Idade do Ferro como da alta Idade Media, o que é un arco de tempo moi grande», dice a este respecto Benito Vilas.

Para situar mejor en el tiempo esta fortificación también se harán estudios comparativos con otros dos yacimientos arqueológicos con los que presenta cierta semejanza. Uno de ellos es del Penadominga -en el municipio de Quiroga-, que se supone que data de entre los siglos V y VI, es decir de los períodos suevo o visigodo. El otro es el castro de Castrillón, en el municipio ourensano de Larouco, que ha sido datado en el siglo III antes de Cristo. «Son xacementos de épocas totalmente diferentes, pero o de Penas do Castelo parécese aos dous», señala Vilas. Ahora se espera que el carbono 14 ayude a aclarar este misterio.

Una muralla construida con piedras extraídas del mismo monte donde se encuentra

En los sondeos arqueológicos realizados en el yacimiento de Penas do Castelo, los investigadores han podido comprobar que la piedra utilizada en la construcción de la muralla es nativa del lugar. Según explica Benito Vilas, el material constructivo de la fortificación es una pizarra esquistosa que fue extraída del mismo monte en el que se encuentra el antiguo asentamiento. Todo indica que esas piedras fueron arrancadas al excavar un foso que formaba parte del sistema defensivo.

Otro aspecto que falta por aclarar es la función que pudo tener este asentamiento fortificado. «Pola súa situación estratéxica, podía servir para controlar o val do río Lor, pero aínda non sabemos con que finalidade foi construído este asentamento», dice Vilas.

Recurso turístico y cultural

La intervención arqueológica de Penas do Castelo ha sido financiada por la Xunta y promovida por la asociación vecinal de la parroquia de Salcedo con el apoyo del Ayuntamiento de A Pobra do Brollón. Además de ayudar a reconstruir la historia de este territorio, el proyecto tiene la finalidad de aprovechar este yacimiento como recurso turístico y cultural.

El camino de acceso al lugar, aunque algo abrupto, no es difícil de recorrer para personas que estén en unas condiciones físicas normales. «Non é accesible para persoas con mobilidade reducida, pero para os demais non hai ningún problema», dice a este respecto Benito Vilas.