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Una nueva ordenanza exige permiso previo para pegar carteles en la calle

CHANTADA

06 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Quien quiera pegar carteles en la calle a partir de ahora tendrá que pedir permiso antes al Ayuntamiento. Lo dice la ordenanza sobre publicidad que la concejalía de Promoción Económica tiene previsto someter a votación en el pleno que se celebrará antes de que termine este mes. La ordenanza no regula sólo la colocación de carteles, sino también cualquier otra forma de publicidad exterior, visible para los transeúntes o desde la calle, incluida la propaganda política y electoral.

Roberto Iglesias, edil de Promoción Económica, explica que esta nueva ordenanza era necesaria porque la única normativa municipal existente apenas era aplicable porque no contemplaba prácticamente ninguna forma actual de publicidad callejera. Pero a su juicio si hace falta es, sobre todo, porque en los últimos años la proliferación de carteles pegados por todas partes se había convertido ya en un cierto descontrol. «Non é de recibo que andemos arranxando parques e promocionando a vila se logo calquera que dea un paseo pola parte vella se pode atopar cun canalón cuberto de esquelas de arriba a abaixo, por exemplo», explica Iglesias.

Soportes para cartelería

La nueva ordenanza prohíbe algunas formas de publicidad agresiva o molesta que en realidad en Chantada apenas se dan. Lo más significativo es que cualquiera que quiera colocar un cartel en la calle tendrá que pedir primero permiso al Ayuntamiento, que sólo podrá autorizar la pegada en los cierres de obras, solares o negocios sin actividad, o en medianeras de edificios. Con todo, el Ayuntamiento quiere restringir al máximo también la publicidad en estos lugares, por lo que se propone instalar dos tipos de soportes especiales en diferentes puntos del casco urbano, unos específicos para esquelas y otros para todas las demás clases de anuncios.

Roberto Iglesias espera que la ordenanza sea aprobada en el próximo pleno. En cualquier caso, tras la entrada en vigor de la nueva normativa el Ayuntamiento enviará a funerarias, empresas y comercios un resumen de la nueva normativa y dará un plazo prudencial de tiempo antes de aplicarla con todo el rigor.

A partir de ahí, quien la infrinja podrá ser multado. Hay tres tipos de sanciones. Las leves pueden suponer hasta 300 euros, las graves de 301 a 1.500, y las muy graves de 1.501 a 3.000.