La pieza, que formó parte del cierre de una finca, se guarda en una vivienda y muestra un gran parecido con otra de Vimianzo
05 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Entre las piedras que formaban el cierre de una finca en una vivienda del pueblo de Andemil -en la parroquia de Vilaúxe, en el municipio lucense de Chantada- se ocultaba un singular vestigio de la antigüedad gallega. Se trata de una estela o lápida funeraria que puede datar de los últimos tiempos del Imperio Romano o anterior. La piedra labrada se halla en la casa de Manuel Cortiñas López y llevaba mucho tirada en el suelo. El hijo del propietario, José Luis Cortiñas, la observó con detenimiento hace meses y se percató que no era una simple piedra.
La estela aún no ha sido objeto de un estudio arqueológico, pero los dueños se la mostraron a la historiadora Begoña González, que reparó en su singularidad. El arqueólogo monfortino Iván Álvarez Merayo, que solo pudo examinarla a través de fotografías, dice que tiene un gran parecido con la llamada estela de Victorino, hallada en Vimianzo y expuesta en el museo coruñés del castillo de San Antón. Esta pieza fue datada entre finales del siglo IV y principios del V.
La cronología de la de Andemil, según Iván Álvarez, podría ser similar. La cruz que aparece en su parte inferior puede relacionarla con el inicio de la cristianización en Galicia. «Pero a súa plástica é indiscutiblemente castrexa», señala. Cabe también la posibilidad de que se trate de una estela originalmente castreña reutilizada tiempo después para un enterramiento cristiano.
Los propietarios de la pieza, aún sin catalogar, se muestran dispuestos a cederla, preferiblemente en el municipio de Chantada. José Luis Cortiñas espera que el hallazgo despierte el interés por el patrimonio arqueológico de Andemil. En la casa también se guarda un molino manual castreño hallado en los alrededores y otras antiguas piedras que pueden encerrar sorpresas.