Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

«Esos baches pueden salir muy caros»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE

CHANTADA

ROI FERNÁNDEZ

Los mecánicos avisan: los agujeros de la N-540 hacen más daño de lo que parece

14 abr 2018 . Actualizado a las 22:01 h.

La calzada de aspecto lunar de la carretera N-540 llena desde hace tiempo los talleres de coches y camiones con reventones en las ruedas, llantas dobladas y parabrisas rotos por los trozos de asfalto roto que salen disparados. Pero en los talleres advierten que lo peor puede estar por venir. «Los coches se resienten con ese tipo de golpes, y hay daños que no se notan en un primer momento», explica Manuel Fernández, un mecánico de Chantada.

Fernández trabaja en el taller Fornas, que en los últimos tiempos atiende una media aproximada de media docena de casos al mes de destrozos provocados por el deterioro de esta carretera, que comunica Lugo y Ourense por Chantada. Se trata de una media similar a la de los otros talleres consultados ayer en Chantada, municipio en el que están algunos de los tramos más deteriorados de toda la carretera. En todos admiten que el número de averías relacionadas con el mal estado de la N-540 se ha incrementado en los últimos años, en coincidencia con los recortes de las inversiones en mantenimiento de infraestructuras viales aplicados por el Ministerio de Fomento.

Prácticamente todos los automovilistas que sufren en sus vehículos los efectos de estos baches acaban en el taller con problemas en las ruedas o con los parabrisas rotos. La ruedas reventadas son lo más frecuente, aunque en muchos casos a la factura final hay que sumarle también la sustitución de llantas dobladas por los golpes contra el asfalto. El importe de las reparaciones es muy diverso, pero no hace falta una avería compleja para que el conductor se encuentre con una factura cara.

Una factura de 547 euros

«El domingo pasado ?explica José Manuel Ansoar, de Talleres Anpa, un cliente tuvo que pagar 547 euros por unas ruedas reventadas». Su coche es un Renault pequeño, pero con ruedas anchas y llantas de aluminio, más caras que la media. En todo caso, eso son los daños evidentes. En los talleres temen que el lamentable estado de esta carretera provoque daños más graves que solo se notarán a medio o largo plazo.

«Con el tiempo, este tipo de golpes afectan a piezas de la suspensión como las rótulas o los silent block», dice Manuel Fernández. Se trata de averías que pueden no notarse en un primer momento, pero que a la larga sí acaban por hacerse notar. «Depende de cada coche, pero una sola rótula puede costar treinta o cuarenta euros y es posible que haga falta cambiar también otras cosas, como gomas o amortiguadores, así que esos baches pueden salir muy caros a la larga», advierte este mecánico de Chantada.

En los talleres saben también que en los últimos tiempos, y a medida que crece la indignación por el estado de abandono de esta carretera, una parte de sus clientes recurre a la Guardia Civil para tener un atestado que les sirva para reclamar al Ministerio de Fomento el coste de las reparaciones. Si el coche se estropeó en un tramo en el que hay baches de al menos ocho centímetros de profundidad o de un ancho similar o mayor al de una rueda, tienen todas las de ganar en los tribunales.

En Chantada no suele haber problema para constatar que los baches tienen esas dimensiones. Y más también. El dueño del Renault que esta semana se dejó más de 500 euros en el taller de José Manuel Ansoar cayó en los baches de la rotonda de incorporación a la N-540 desde la avenida de Lugo. «Allí ?dice Ansoar? hay socavones que deben tener veinte centímetros de profundidad».

Los parabrisas, cubiertos

Pero eso solo cubre las ruedas rotas, las llantas deterioradas y, en general, cualquier daño detectable en el momento. Los que vengan después ya va a tener que pagarlos el propietario del vehículo, porque no resultará fácil relacionarlo con los baches.

La mayoría de los automovilistas afectados tampoco piden informes a los agentes de la Guardia Civil de tráfico cuando los desperfectos consisten en roturas de los parabrisas, porque la mayor parte de los seguros de vehículo básicos ya cubren su reposición sin ningún coste económico directo para los propietarios.