Día de Todos los Santos en el sur de Lugo: «Vengo a la tumba de mi padre en cuanto tengo flores en la huerta»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

CHANTADA

Los cementerios de Monforte, Chantada y el resto del sur de Lugo se llenan de gente por la fiesta del 1 de noviembre

02 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«No falto ni un solo 1 de noviembre, ya iba cuando el cementerio estaba en el centro, hace muchísimos años». Cristina Noguerol se esmeraba este sábado en dejar bonita la tumba en la que descansa su padre. Y como muchos en Chantada se acerca hasta allí andando, a pesar de que el nuevo cementerio está en las afueras del casco urbano, más a desmano que el viejo. Por eso, porque muchos van andando, no se ven tantos coches a la puerta como cabría esperar. Aunque la verdad es que ayer se veía menos movimiento de gente del habitual en un día de Todos los Santos.

«Es porque mucha gente viene en los días previos, pero también influye que se haya dejado de celebrar la misa que se hacía antes», explica en la puerta de cementerio de Chantada una mujer que acude pertrechada de productos de limpieza, pero que prefiere no dar su nombre. Quizás porque deja caer una crítica a la decisión de los actuales responsables de la parroquia de suprimir la misa que hasta hace cinco o seis años se oficiaba bajo el porche de acceso al cementerio cada día 2 de noviembre, el día de Difuntos.

«La verdad es que esa misa le gustaba mucho a todo el mundo, es una pena que ya no la haya», dice Cristina Noguerol. A ella también le parece que este año había menos movimiento de lo normal, pero no tiene ni idea de cuál puede ser la causa. El tiempo no, porque ayer por la mañana en Chantada y en todo el sur de Lugo la temperatura fue casi primaveral y el sol lució la mayor parte de la jornada.

En todo caso, ella no ha dejado de cumplir con la cita de cada 1 de noviembre. No se plantea saltársela, a pesar de que es de las que no visita el cementerio solo una vez al año: «En la huerta tengo rosales y hortensias y en cuando dan flores las traigo aquí, a la tumba de mi padre y de mis tías».

Flores desde Monforte

También venían cargadas de flores Cleo y Livia García, dos hermanas de Monforte que se definen como «muy monfortinas» y sin embargo no viven en Monforte ni visitan el cementerio de esta localidad el día de Todos los Santos. En Chantada estaban enterrados los suegros de Cleo y desde este verano también su marido, con el que llevaba 51 años casada. En Chantada vivieron los dos durante 25 años hasta que él se jubiló y el matrimonio se mudó a A Coruña. Así que el cementerio de Chantada ya era para ella una parada obligada desde hace tiempo. Y ahora lo es con más razón.

Cleo estaba esta semana de visita en Madrid, la ciudad en la que vive su hermana Livia. Las dos se vinieron esta semana a Galicia para pasar unos días en Monforte y hacer desde esa localidad su recorrido habitual de cada 1 de noviembre, un viaje en diagonal entre el sur y el norte de Galicia con una parada en Chantada, otra en Melide y final en A Coruña, en la casa de Cleo. La parada en Melide también es ineludible porque de allí es la familia de su madre.

Las flores que llevaban al entrar en el cementerio las repartieron con mimo en distintos puntos del túmulo funerario familiar. Al terminar, rezaron una oración.