Dos policías de Chantada salvan en el último momento a un hombre de morir en el incendio de su casa

Carlos Cortés
Carlos Cortés CHANTADA / LA VOZ

CHANTADA

Este es el estado en que quedó la cocina de la casa tras el incendio
Este es el estado en que quedó la cocina de la casa tras el incendio CEDIDA

Lo sacaron a rastras en medio de una humareda que no dejaba ver nada a más de medio metro

04 nov 2024 . Actualizado a las 20:42 h.

Dos agentes de la Policía Local de Chantada rescataron en el último momento a un hombre semiinconsciente que estaba atrapado en su casa en medio de un incendio. El suceso ocurrió el domingo por la tarde en el segundo piso de un edificio de viviendas que tuvo que ser desalojado por completo. El residente en la vivienda fue trasladado al Hospital Público de Monforte. Los dos policías salieron también del piso con síntomas de haber sufrido una intoxicación por el humo.

El incendio se registró en una de las viviendas del segundo piso del número 17 de la calle Santa Mariña y fueron los vecinos los que primero se dieron cuenta de lo que pasaba y avisaron a los servicios de emergencias. La centralita del 112 recibió la primera llamada a las siete menos cuarto de la tarde y alertó a las fuerzas de seguridad, al 061 y a los bomberos. Los primeros en llegar fueron los dos agentes de guardia en ese momento en la Policía Local.

Vecinos del edificio que habían salido a la calle les explicaron que lo que ardía era uno de los pisos de la segunda planta y que en él vivía un hombre de 63 años con problemas de movilidad que camina con muletas. Los dos policías municipales entraron con un extintor y vieron que ya había humo en las zonas comunes del edificio. Un vecino había abierto a golpes un gran boquete en la puerta de entrada al piso en el que se registraba el incendio, pero no pudo hacer más que dar un paso dentro y volver a salir. Había tal cantidad de humo que dentro era imposible ver nada.

Los policías aprovecharon el boquete en la puerta y una vez dentro se fueron orientando con sus linternas y por los lamentos del hombre que estaba atrapado, que salían de la misma zona de la vivienda en la que se adivinaba entre el humo el resplandor de las llamas.

El hombre estaba tirado en el suelo de la cocina. Muy cerca de él ardían la campana extractora y una parte del mobiliario. No volvía en sí y era incapaz de ponerse de pie, así que los policías optaron por sacarlo poco a poco tirando de él. No les resultó nada fácil, y no solo por la intensa humareda. Conmocionado y desorientado, el hombre trataba de agarrarse a todo lo que podía alcanzar con las manos para evitar que lo moviesen.

Cuando por fin consiguieron sacarlo al descansillo, subían ya los sanitarios del 061, que acababan de llegar al lugar en una ambulancia. Ellos y uno de los dos policías locales bajaron al herido por las escaleras y lo sacaron a la calle.

Mientras, el otro agente volvía a entrar en el piso para tratar de apagar el fuego con un extintor. Lo vacío sin conseguir sofocar el incendio, salió a por otro y volvió a entrar. Tuvo que repetir la operación otra vez más con un tercer extintor hasta conseguir apagarlo de todo y después sacó la bombona de butano que había en la cocina. En paralelo, su compañero subía las cuatro plantas del edificio para terminar de desalojarlo, acompañado por los agentes de la Guardia Civil que habían llegado más o menos al mismo tiempo que la ambulancia.

Tenía el cuerpo ennegrecido

Si el rescate del herido, que salió ennegrecido por el humo, hubiese tardado solo unos minutos más las consecuencias para él podían haber sido mucho peores.

Fue providencial la rápida llegada de los policías municipales, que estaban cerca de la calle Santa Mariña cuando recibieron el aviso, su decisión de entrar en el piso a pesar del humo y de que no tenían ningún equipo de protección. Y también la iniciativa del vecino que había roto la puerta de entrada al piso, porque si no lo llegar a haber hecho él tendrían que hacerlo los policías y habrían perdido un tiempo precioso.

Con el herido ya a salvo y el edificio completamente desalojado, los bomberos del parque contraincendios de Chantada enfriaron la cocina para evitar que se el fuego se encendiese de nuevo y ventilaron todo el edificio para sacar el humo. Los pisos que los vecinos no cerraron al evacuar se habían llenado también de humo. 

Los técnicos que revisen el piso tendrán que determinar cuáles fueron las causas concretas del incendio. Una posibilidad es que ardiese el aceite de una sartén y las llamas prendiesen en el extractor para después propagarse a los muebles.

Una vez disipado el humo, los bomberos comprobaron que en el piso en el que se había registrado el fuego las llamas solo habían provocado daños en el mobiliario de la cocina. Las otras estancias solo estaban sucias por el humo.

El residente en el piso pasó la noche en el Hospital Público de Monforte. Sufre una intoxicación por monóxido de carbono y este lunes por la mañana continuaba hospitalizado. No hay constancia de que los policías locales hayan sido atendidos en el hospital monfortino.