Encuentran vacas en un estado extremo de desnutrición en una granja de Chantada
CHANTADA
Dos de los animales estaban tan mal que fue preciso sacrificarlos. Investigan si el ganadero dejó morir a otras cinco más sin tratamiento veterinario
21 nov 2024 . Actualizado a las 17:39 h.Un ganadero de Chantada está siendo investigado como sospechoso de un delito de maltrato animal. La Guardia Civil sostiene que mantenía parte de sus vacas en un estado tal de desnutrición que hubo que sacrificarlas. Los agentes que investigan el caso tratan de determinar además si el pasado mes de octubre murieron cinco vacas en esa granja sin haber recibido tratamiento veterinario previo alguno.
Según la información difundida este jueves por la comandancia de la Guardia Civil de Lugo, agentes de este cuerpo hicieron una inspección en la granja de la que es titular el sospechoso y descubrieron «graves deficiencias higiénico sanitarias». En la inspección participaron también veterinarios de la Consellería de Medio Rural.
Los guardias encontraron en esa revisión cinco reses en un estado de desnutrición extremo, dos de ellas «postradas y enfermas», según apuntan los portavoces policiales. Esos dos animales estaban en tan mal estado que fueron eutanasiados «para evitarles sufrimientos innecesarios».
La investigación está siendo dirigida por el juzgado de instrucción de Chantada. La Guardia Civil no ha difundido información sobre el lugar concreto en el que se encuentra la granja. Y sobre su propietario solo especifica que se trata de un ganadero de 50 años.
El precedente de Axulfe
El caso que acaba de destapar la Guardia Civil parece similar, aunque de menor envergadura, al ocurrido a principios del 2016 también en el municipio de Chantada. Una inspección de la Guardia Civil y la Consellería de Medio Rural descubrió los restos de decenas de vacas en una explotación ganadera de la parroquia de Axulfe.
El ganadero acabó siendo condenado a seis meses de cárcel por maltrato animal. No llegó a entrar en prisión, porque la sentencia incluía una suspensión de la pena condicionada a que no cometiese ningún delito durante su duración. También lo condenaron a dos años de inhabilitación para ejercer cualquier profesión relacionada con la tenencia de animales.
De hecho, aquel de Axulfe no fue un caso único. En la semanas sucesivas, trascendieron otros dos casos similares, uno en Friol y otro en Boiro. La Xunta los calificó como casos aislados para desvincularlos de la crisis que en aquel momento atravesaba el sector lácteo.