La denuncia por calumnias que los hijos del concejal José Carlos Pérez Vázquez presentaron contra la interventora de Monforte va camino de convertirse en un disparate para los anales del Derecho. Uno de los hijos de José Carlos Pérez se sintió molesto por unas declaraciones de la interventora monfortina en el pasado mes de junio.
25 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Mónica Legaspi dijo entonces que le parecía ilegal que la empresa de los hijos de José Carlos Pérez estuviese facturando para el Concello. Mónica Legaspi ofreció algunos datos como que la mencionada Asesoría Técnica de Monforte S.L. había facturado en los últimos cinco años muchos millones de pesetas para el Concello y que por eso no le perdonaban su informe.Fue entonces cuando la Asesoría Técnica de Monforte presentó una denuncia por presuntas calumnias contra Mónica Legaspi. El abogado de la asesoría fue uno de los hijos de José Carlos Pérez Vázquez. La interventora se ratificó en sus manifestaciones y como los hechos parecían claros, la acusación parecía llevar camino de quedar archivada.Pero entonces el abogado de la asesoría -e hijo de José Carlos Pérez- solicita nuevas pruebas sobre el caso.Solicita un informe al Concello sobre las facturas de dicha asesoría, y a esto accede la juez, y se está preparando actualmente dicha documentación. También accede a que el Ayuntamiento envíe un informe sobre la legalidad del asunto. Pruebas jocosas Sin embargo, el abogado pide otra serie de pruebas, y en éstas es donde empieza lo divertido. Reclama un careo entre el alcalde de Monforte y Mónica Legaspi. La juez lo deniega por considerarlo innecesario, ya que ambos habían prestado declaración previamente sobre el asunto. Otra de las extrañas peticiones que formula el abogado es que se declare el secreto del sumario para Mónica Legaspi, con el fin de que no pudiese conocer el contenido del proceso. La juez deniega tal petición e informa amablemente al letrado cuales son los casos en los que le ley permite pedir el secreto de sumario.Pero la petición más divertida por parte de la Asesoría Técnica de Monforte S.L. es que se secuestren los ejemplares del periódico del pasado mes de junio en los que Mónica Legaspi hizo las declaraciones. La decisión de secuestrar una publicación se toma antes de que se ponga a la venta en los quioscos, para evitar que los lectores conozcan cierto contenido. Pero solicitar un secuestro de ejemplares de periódico seis meses después de haberse publicado resulta, cuando menos, muy divertido. El asunto podría acabar siendo ejemplo disparatado en las facultades de Derecho y Periodismo. Pero no es menos divertido que el mencionado abogado pida que también se secuestre «el molde» con el que se imprimió el periódico. Es de suponer que se refiere a las planchas de plomo que se utilizaban en el siglo pasado, pero los periódicos ya no se imprimen con moldes desde hace varias décadas.A pesar de la jocosa petición, la juez le explica técnicamente que no procede secuestrar periódicos que ya se leyeron hace seis meses. Y también le argumenta que no procede solicitar fianzas porque no se aprecian indicios racionales de criminalidad.Si no hay indicios racionales de criminalidad, el caso de las supuestas calumnias contra Mónica Legaspi parece caminar hacia el archivo, pero al menos dejará un buen puñado de divertidas anécdotas sobre abogados para divertimento de las tertulias monfortinas.En definitiva, es de desear que el expediente municipal que instruye José Carlos Pérez Vázquez contra la interventora tenga mejores fundamentos jurídicos. De lo contrario, un asunto que ha dado tanto que hablar en los últimos meses entre los ciudadanos de Monforte podría acabar en un esperpento que desagradaría a los contribuyentes que sostienen el Concello.