Las condiciones meteorológicas favorecieron la séptima Feira Medieval de Monforte, que atrajo un gran número de visitantes durante toda la jornada
12 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Aunque el tiempo amenazó durante la mañana con aguar el festejo, la séptima edición de la Feira Medieval de Monforte se celebró en mejores condiciones que la del pasado año. Los nubarrones que cubrieron la ciudad durante una parte de la mañana dejaron paso por la tarde a un tiempo algo más soleado y permitieron que un gran número de personas recorriese sin problemas el recinto instalado en la plaza de España y sus alrededores, en un ambiente notablemente animado.
Caminar por la calle Santo Domingo, donde se instaló buena parte de los puestos, llegó a ser bastante complicado en ciertos momentos, sobre todo a última hora de la mañana y a media tarde, a causa de la muchedumbre que recorría constantemente la zona. Las actuaciones de animación teatral que ofreció a lo largo de la jornada en las calles el grupo toledano La Recua concentraron a numerosos espectadores, entre los que se contaban bastantes personas ataviadas con trajes de época. Como en otras ocasiones, entre las atracciones con más tirón estuvieron la exhibición de aves de cetrería y las pruebas de tiro con arco, que esta vez se instalaron en el atrio de la iglesia de A Régoa. La también tradicional competición de birlos -o bolos-, que se celebraba en este mismo lugar, fue desplazada esta vez al Parque dos Condes para aprovechar mejor el reducido espacio que rodea el templo.
También fue destacada la expectación que despertaron las principales novedades del programa de este año, consistentes en una pancetada popular, un espectáculo de fuego y pirotecnia y un desfile con antorchas hasta el Parador de San Vicente.