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La tau, talismán contra la peste y símbolo local vinculado a Castrojeriz

felipe aira MONFORTE

MONFORTE DE LEMOS

ARCHIVO F. AIRA

Está presente en los principales monumentos monfortinos y fue emblema municipal desde 1846

17 feb 2020 . Actualizado a las 12:50 h.

El símbolo de la tau se utiliza por parte de los mandatarios locales en documentos oficiales como emblema heráldico de Monforte al menos desde 1846. Ni en archivos ni en colecciones particulares existe constancia de un escudo anterior. Ni siquiera se adoptó acuerdo alguno para modificarlo en el año 1885, coincidiendo con la concesión del título de ciudad a Monforte. Se da por sentado que el castillo y el monte sobre el que se levanta formaban un primer sello local, pero nada sobre ello hemos visto después de consultar infinidad de documentos.

Aquellos gestores municipales de mediados del siglo XIX repararían en la presencia de este símbolo en lugares emblemáticos de Monforte, motivo más que probable por el que decidieron adoptarlo como emblema heráldico propio. La sociedad monfortina está familiarizada con la tau. Asociaciones deportivas, entidades culturales y recreativas, y medios de comunicación locales la han utilizado desde entonces, por lo que ya forma parte de la identidad local. La tau mantuvo su protagonismo en la documentación oficial hasta el año 2001, en el que se añaden nuevos elementos al escudo local.

El verdadero significado de nuestro escudo se desconoce y suele ser objeto de interpretaciones erróneas. De forma habitual se suele relacionar con la orden de los Templarios, cuando nada tienen que ver. En todo caso, su arraigo parece incuestionable. Aunque haya quienes sostienen que el escudo local consistía originalmente en un monte coronado por un castillo, ningún documento histórico que lo acredite fue expuesto ni aportado por los defensores de esa tesis.

Desde tierras castellanas

La familia de los Castro, que a la postre ostentaría el señorío de Lemos, tiene su origen en el matrimonio formado en el siglo XI por María Fáñez y el caballero Fernando Ruiz, del que algunos dicen que era hijo bastardo del rey de Galicia, Don García. María era hija de Álvaro Fáñez Minaya y de Emilia Pérez Ansúrez. Los Fernández Minaya en tiempos de Alfonso III habían llegado a Castrojeriz procedentes de la capital del Reino Cántabro, donde eran una de las familias más poderosas. Alfonso VII le concede ese señorío a su «buen vasallo» Álvaro Fáñez y a su esposa. Coincidiendo con ello, Alfonso VII gestiona la instalación de la Orden Hospitalaria de San Antón en esta villa burgalesa.

San Antón junto a San Sebastián y San Roque, son los clásicos santos protectores contra la peste. Durante la Edad Media y los siglos XVI y XVII, la creencia de salvarse de esta enfermedad por su intercesión estaba muy extendida. Como señal de su pertenencia a la orden, los antonianos portaban en la mano un bastón con remate en tau y llevaban una gran tau cosida sobre su hábito. La fe popular tenía en ella un símbolo de vida y de salvación. Se llevaba como anillo o como amuleto en colgantes, y también se pintaba en puertas y paredes para ahuyentar poderes malignos.

En Monforte se inicia la construcción del convento de San Antonio, perteneciente a la orden de San Francisco, en los primeros años del siglo XVI. Fue fundado por el segundo conde de Lemos, Rodrigo Enríquez de Castro. Durante siglo y medio albergó el panteón de los condes. La división del poderoso condado en tiempos de los Reyes Católicos propició que Monforte acogiera las tumbas de sus titulares. De no haber sido así, mantendrían sus entierros en la iglesia de San Francisco de Villafranca, lugar escogido por el primer conde. El convento de Villafranca, había sido fundado por San Francisco de Asís coincidiendo con su viaje a Santiago. Fue el que llevó a sus monjes a utilizar la tau.

La tau está presente en el convento de San Francisco en Villafranca y en fortalezas que pertenecieron a los condes de Lemos, caso de las que están ubicadas en Cornatel, Ponferrada y Castro Caldelas.

Huellas en los torreones de la antigua fortaleza y en el Colegio del Cardenal

En el complejo fortificado de Monforte, al igual que en los castillos de Ponferrada y Castro Caldelas, podemos ver en diversos puntos el símbolo de la tau colocado por orden del primer conde de Lemos hereditario y perpetuo, don Pedro Álvarez Osorio, con motivo de la reconstrucción que hizo de sus fortificaciones después del levantamiento de los irmandiños, a partir del año 1469. También puede verse, por ejemplo, en los arcos de entrada a los torreones Pequeno, de Santo Domingo y de Os Monxes.

La tau está presente además en la puerta de acceso al paseo de ronda y en uno de los torreones de O Cárcere Vello, en la cara oeste y frente a la rúa de Santo Domingo. En un lienzo de muralla del siglo XV que arranca del cubo del torreón Pequeno, y en su parte exterior podemos observar tres taus sobre el dintel de dos ventanas de vigilancia, y dos más en su parte interior.

En épocas posteriores al primer conde de Lemos se tallaron taus en lugares de gran significado dentro de la vida religiosa y social de la población. Gracias a referencias documentales o a fotografías antiguas hemos conseguido mantener memoria histórica de algunas. La tau estaba esculpida en la desaparecida ermita de Nuestra Señora de los Campos, también conocida antaño popularmente como de Santa Eufemia, de la que no queda ningún vestigio físico.

También en A Régoa

En la fachada del edificio de Nuestra Señora de la Antigua, se pueden ver dos taus. El edificio monumental se comenzó a levantar a finales del siglo XVI por el cardenal arzobispo de Sevilla, Rodrigo Enríquez de Castro. Por otro lado, en la cúpula de la iglesia parroquial del antiguo convento de San Jacinto, hoy de A Régoa, podemos apreciar un escudo con las armas de los Enríquez de Castro y la tau. El convento dominico y su iglesia conventual fueran fundados por el VII Condes de Lemos a comienzos del siglo XVII.

El Ponte da Virxe, en el barrio de O Morín, conserva un escudo colocado por las autoridades municipales con una tau y la fecha de 1853. Por otro lado, en la fachada del edificio de la rúa Comercio que fue sede del antiguo consistorio observamos una tau portada por un ángel. Esta tipología de escudo utilizado entre finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX por el ayuntamiento monfortino aparece en documentos municipales.