La primera de las edificaciones derribadas ocupa el lugar en el que se dará salida a la calle Rof Codina
25 ene 2022 . Actualizado a las 12:31 h.El derribo de las edificaciones afectadas por la urbanización de los terrenos situados al otro lado del río a la altura del Parque dos Condes tiene el camino despejado. La empresa adjudicataria de las obras finalizó la pasada semana los desbroces en la finca próxima a la guardería municipal, la de mayores dimensiones de todas las situadas en el ámbito del proyecto de reparcelación. También quedaron limpios de zarzas y arboleda los terrenos más cercanos al tramo final de Rof Codina, que cuando terminen las reformas enlazará con un nuevo vial con salida a Cobas en la entrada a la calle Fontecha. Este martes concluirá la demolición de la primera de las construcciones, situada en la denominada finca del Cazán.
Los trabajos de derribo se iniciaron el lunes en la parte trasera de la edificación, sin habitar y utilizada como almacén. A primera hora de esta mañana la pala desmontaba las paredes junto a la fachada delantera que linda con el acceso a la guardería. Las operaciones se llevaron a cabo sin necesidad de cortar el paso, que estuvo vigilado por personal de la constructora por si era preciso algún cierre temporal. La primera de las construcciones que serán demolidas se ubica justo en el punto elegido para dar a la calle Rof Codina la salida de la que ahora carece.
Cuando remate la urbanización, Rof Codina entroncará a esa altura con el acceso a la guardería municipal y con un nuevo vial que atravesará la finca anexa a la escuela infantil y que desembocará en Cobas justo en la entrada de la calle Fontecha. A ambos lados de esa nueva calle quedarán parcelas en las que se podrán levantar viviendas de bajo y tres alturas como máximo. La superficie en la que se desarrollan las obras, catalogada como zona C en el planeamiento municipal, no era edificable pese a su céntrica ubicación al estar pendiente de ejecución el plan de desarrollo urbanístico que fue aprobado hace más de veinte años por el Ayuntamiento.
Casi un tercio de los casi 21.000 metros afectados por la urbanización corresponden a esa finca, cuyo muro de cierre fue derribado parcialmente la pasada semana en la calle Cobas para facilitar la entrada de la maquinaria. Varias señales advierten de esa circunstancia a los conductores en los puntos próximos. Los derribos que se iniciaron este lunes afectarán además a una construcción inacabada, con el ladrillo a la vista, que está justo delante de la guardería, cerca de la pasarela sobre el Cabe.
Las palas también deberán echar abajo, en el otro extremo de la urbanización, la antigua fábrica de curtidos y la vivienda anexa —deshabitada desde hace décadas— situada en la margen del río. De acuerdo con el proyecto, en esta zona será edificable la franja que linda con la calle Cobas. La parte trasera, donde ahora se encuentra la casa deshabitada, prolongará una zona verde que se extenderá hasta allí por la ribera del Cabe desde la guardería municipal.
Desde el Ayuntamiento señalan que el calendario de actuaciones depende de la empresa que desarrolla las obras, por lo que se irá señalizando y dando aviso de posibles cortes o incidencias a medida que evolucionen los trabajos. La urbanización, presupuestada en 915.225 euros, fue contratada a la constructora Misturas Obras e Proxectos. El proyecto se financia con fondos municipales (un 67%) y una ayuda de la Diputación.
Una vez finalizada la urbanización el coste se repartirá entre los propietarios afectados, que recibirán una parte proporcional de suelo edificable como contrapartida. Si alguno declina abonar la cuota correspondiente, el terreno pasará a ser municipal en la superficie necesaria para cubrir gastos. En esos supuestos, el Ayuntamiento podrá ofrecerlo en su momento a promotores o sacarlo a subasta. Hay al menos cuatro contenciosos interpuestos contra la ejecución del proyecto de la zona C, demandas que de momento no afectan a su desarrollo.