La abuela de Monforte se llama Genoveva y tiene 104 años

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Genoveva Rodríguez, en la casa en la que vive en el Campo de San Antonio
Genoveva Rodríguez, en la casa en la que vive en el Campo de San Antonio CEDIDA

Genoveva Rodríguez vive en el Campo de San Antonio fue vendedora en las ferias y tiene dos hijos, tres nietos y cuatro bisnietos

21 mar 2022 . Actualizado a las 13:06 h.

Genoveva Rodríguez Otero ya había salido una vez en el periódico. Eran las elecciones generales del 20 de diciembre del 2015 y esta mujer de Monforte había ido a votar. Entró en el colegio por su propio pie, esperó su turno, depositó el voto en la urna y se marchó. Como cualquier otro votante, solo que ella tenía 97 años y estaba a menos de dos semanas de cumplir los 98. Cuando los integrantes de la mesa comprobaron sus datos y vieron la edad que tenía se quedaron asombrados por lo bien que se conservaba. Y eso que no sabían que  todavía iba todos los días a trabajar a su huerta. Genoveva ya ha dejado de atender sus tomates, pero sigue dando guerra. Acaba de cumplir 104 y probablemente no haya en Monforte nadie mayor que ella.

Genoveva nació el 1 de enero del 1918. Dos meses después, el conservador Eduardo Dato iba a ganar unas elecciones generales en las que, por otro lado, conseguiría representación en el Congreso por primera vez una candidatura nacionalista vasca. Más al norte, a la Primera Guerra Mundial le faltaba casi un año para terminar y el centro de Europa ardía en las trincheras. De aquello hace más de un siglo, era otro mundo. Genoveva tenía todo el siglo XX por delante. Pero también una parte considerable del XXI.

Genoveva celebró los 104 años de su nacimiento el pasado 1 de enero en su casa del Campo de San Antonio y rodeada de su familia. Tiene dos hijos, José Antonio y Laura, tres nietos y cuatro bisnietos. Con cerca de cien salía de casa por su cuenta, sino que incluso se encargaba a diario de su huerta. Estaba acostumbrada a trabajarla porque siempre se ganó la vida como vendedora de hortalizas y gallinas en las ferias que se celebraban en Monforte y en muchos kilómetros a la redonda. Casada con Francisco González Varela, un guardia jurado de Renfe que murió en 1961 cuando tenía poco más de 50 años, Genoveva apenas ha tenido achaques en toda su vida.

Genoveva Rodríguez, fotografiada mientras votaba en las elecciones generales del 2015
Genoveva Rodríguez, fotografiada mientras votaba en las elecciones generales del 2015 penoucos

Su historial médico es muy simple. Hace aproximadamente 40 años hubo que ingresarla unos días en una clínica de Santiago por unos problemas estomacales que se resolvieron con un ligero cambio de dieta. Y hace cerca de diez tuvo que pasar por el quirófano con los cien años recién cumplidos porque se había roto la cadera. Ahora las fuerzas le responden menos y necesita ayuda para moverse, así que su actividad se ha reducido. Eso sí, mantiene la lucidez de siempre. Y un apetito como nunca. Porque en la clínica aquella de Santiago a la que llegó con problemas de estómago le dijeron que tenía que dejar los garbanzos y el repollo. Los dejó y se curó, pero ahora ya vuelve a comerlos. Sin problema y en cantidad.

Igual que la mayoría, Genoveva superó con resignación y fastidio el encierro forzoso de los peores momentos de la pandemia. Hace meses que ya sale, ahora acompañada por su hija y su yerno, con los que comparte casa, o con cualquiera de los otros miembros de la familia que la visitan con frecuencia. Los que la conocen cuentan que está deseando que llegue la primavera. Porque si hace buen tiempo sale más.