Abarrote en Monforte por el día de San Blas: «Haise que tapar, que o santo todo non o fai»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

La gente volvió en masa a la misa del 3 de febrero, ya sin restricciones sanitarias pero con el santo a dos metros de altura

04 feb 2023 . Actualizado a las 18:47 h.

Las dos se llaman Cristina Vila, son madre e hija y comparten la arraigada costumbre monfortina de acudir cargadas de cintas y de rosquillas cada 3 de febrero a la misa de San Blas. Ni siquiera faltaron en el 2021, en el invierno más duro de la pandemia, pero tanto entonces como ahora fueron a la iglesia bien protegidas, con gorros y bufanda contra el frío, y con mascarilla contra los contagios. «Haise que tapar, o santo todo non o fai», dice la hija después de que sus roscas hayan recibido el agua bendita que reparte el cura al final de la misa. Como ellas, cientos de personas acudieron este viernes a la iglesia de A Régoa para participar en la misa del día de San Blas. No se veía tanta gente desde antes del covid.

«Alégrame moito ver así a igrexa». Así los recibió Rafael Mella, el cura de esta parroquia de Monforte, que ofició la misa central del día, la de las 11 de la mañana, ayudado por otros tres sacerdotes. Monforte celebraba este año el primer día de San Blas sin restricciones desde el del 2020. La gente respondió y la iglesia se quedó pequeña.

En todo caso, tampoco se puede decir que el temor a los contagios haya desaparecido, porque mucha gente llevaba mascarilla. Y porque esta vez tampoco fue posible acercarse a la imagen de San Mateo, a la que antes de todo esto los fieles lo rodeaban al final de la misa para ponerle al menos de las cintas que llevaban a bendecir. Como la fe religiosa no tiene por qué estar reñida con la prudencia, la parroquia decidió este año colocar la imagen del santo a dos metros de altura en el altar principal, lejos de la multitud.

«Hay mucha gente con gripe en el hospital y también bastante covid, es mejor no arriesgar», explicaba en los prolegómenos de la misa una de las integrantes de la cofradía de la Virgen de Montserrat, una entidad religiosa local que siempre colabora activamente en la celebración de los oficios religiosos del día de San Blas. Vamos, que como dice la hija de Cristina Vila, el santo hace su trabajo, pero no está de más echarle una mano.

La misa de San Blas no dejó de celebrarse en Monforte ninguno de estos años, pero en el 2021 y en el 2022 estuvo muy condicionada por las precauciones a las que obligaba la pandemia. Iba mucha menos gente de lo habitual. El de este 2023 fue un San Blas como los de siempre, quizás incluso con más gente en la iglesia que en los años previos al covid. Pero también con muchas mascarillas. Aunque su uso va a dejar de ser obligatorio incluso en el transporte público, el último reducto en el que todavía hay que llevarla, muchos de los que acudieron a la misa de San Blas iban protegidos con una.

Por lo demás, este del 2023 fue el cuarto San Blas consecutivo que Monforte celebra fuera de la iglesia de San Vicente, su escenario tradicional. Cerrada por obras de rehabilitación desde finales del 2019, para que pueda reabrir todavía falta renovar su sistema de iluminación interior. Si solo es eso, lo normal es pensar que el San Blas del 2024 ya se pueda celebrar de nuevo en San Vicente. En su homilía, Rafal Mella hizo votos porque así sea, pero nadie parece atreverse a darlo por seguro.