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Las idas y venidas de los cuadros del Greco que heredó Monforte

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Un grupo de visitantes contempla el cuadro del Greco de la anunciación a San Lorenzo
Un grupo de visitantes contempla el cuadro del Greco de la anunciación a San Lorenzo ALBERTO LÓPEZ

Pasaron por el Prado y por el museo de Lugo antes de la apertura de la pinacoteca

26 jul 2023 . Actualizado a las 19:27 h.

El treinta aniversario del robo sin esclarecer perpetrado en la pinacoteca del Colegio de la Compañía pone de actualidad la historia poco conocida de las idas y venidas a Monforte de las obras del Greco que allí permanecen expuestas. Dos lienzos de incalculable valor —muy especialmente el cuadro de La aparición de la Virgen a San Lorenzo— que viajaron a varias muestras antológicas del pintor dentro y fuera de España y de los que pasaron de largo en 1993 quienes se llevaron de la sala en la que se exhiben las joyas y un relicario del cardenal Rodrigo de Castro.

Los cuadros formaban parte de la colección privada del cardenal, hijo de la tercera condesa de Lemos y arzobispo de Sevilla, ciudad en la que falleció en 1598. Rodrigo de Castro fue enterrado en la iglesia del colegio del que fue fundador y al que donó esas y otras obras de arte, cuyo descubrimiento curiosamente fue muy tardío. La Adoración de los Reyes, de Van der Goes, que también formó parte de aquel legado, salió de Monforte discretamente en dirección a Berlín —donde se expone— en diciembre de 1913.

La obras de Van der Goes fue adquirida por el Gobierno alemán pese a la oposición de destacados intelectuales de la época, entre los que tuvo un destacado papel Joaquín Arias Sanjurjo, marqués de Pardiñas. Nacido en Santiago, donde también fallecería, estuvo vinculado buena parte de su vida a Monforte, donde ejerció como abogado. Fue el reputado crítico de arte Antonio Méndez Casal quien descubrió en el Colegio de la Compañía el cuadro de Van der Goes, en un primer momento, y posteriormente los dos Grecos que ahora se exponen en la pinacoteca monfortina.

Por tamaño y no por autor

«Los cuadros figuraban en el testamento del cardenal Rodrigo de Castro, pero ese documento no recogía sus respectivas autorías. Simplemente se clasificaban según las dimensiones de los lienzos, sin otras precisiones», detalla el investigador local Felipe Aira. Al menos en el caso de las obras del Greco, el absoluto abandono que sufrieron posteriormente pudo deberse según Aira a que el reconocimiento de este pintor fue bastante tardío.

No está claro que los dos Grecos se depositasen tras su llegada a Monforte en el colegio fundado por Rodrigo de Castro y también llamado del Cardenal. Aira señala al respecto que esta relevante figura tuvo fuertes vínculos con el desaparecido convento franciscano del Campo de San Antonio. Apunta además que el cardenal se alojó en ese convento y no en el palacio condal de su familia en su postrera visita a Monforte. Uno de los cuadros del Greco expuestos en la pinacoteca monfortina, por otra parte, representa a San Francisco de Asís.

El cuadro de La aparición de la Virgen a San Lorenzo fue localizado en el verano de 1924 sobre el altar mayor de la iglesia del colegio. Méndez Casal —que había certificado junto con otros expertos en 1909 la autoría de la obra de Van der Goes vendida luego al Gobierno alemán— había dado previamente con la lienzo de San Francisco de Asís y el hermano León. Los dos Grecos estaban muy deteriorados y fueron enviados al Museo del Prado para su restauración por mediación de la Casa de Alba, la heredera del condado de Lemos.

Ya concluidos los trabajos de restauración, desde Madrid, regresaron al Colegio de la Compañía después de permanecer expuestos durante una temporada en el Museo Provincial de Lugo, una estancia que según apunta Aira se prolongó «más de lo esperado» y causó cierta inquietud en Monforte. Los dos Grecos también fueron custodiados provisionalmente en Lugo mientras duró la guerra civil.

El «caballero inglés» que hizo temer una venta

La polémica salida del Van der Goes hizo pensar en su día que los Grecos podrían correr la misma suerte. En abril de 1908, La Voz de Galicia se hacía eco de un desmentido sobre la venta del San Francisco, ya descubierto por aquel entonces entre los fondos del Colegio de la Compañía. Según narran las crónicas, en los días previos un «caballero inglés» había viajado a Monforte para examinar en detalle ese lienzo. En febrero de 1927, este diario informaba de la llegada a esta localidad del pintor y restaurador del Museo del Prado y de la Casa de Alba Manuel Arpe. Traía consigo el San Lorenzo, ya recuperado de los desperfectos que había sufrido, y se disponía a llevarse a Madrid el otro Greco perteneciente a la colección del Cardenal.

La documentación a la que tuvo acceso Felipe Aira desvela que el cuadro San Francisco de Asís y el hermano León presentaba el ser descubierto un estado lamentable, con «el color levantado y grandes lamparones de pintura extraña». Por suerte, no faltaban partes del lienzo y la restauración llegó a tiempo. Tanto esta obra como el San Lorenzo estuvieron expuestas en su día en la sala dedicada al Greco en el Museo del Prado.

La pinacoteca del Colegio de la Compañía no fue acondicionada como tal hasta el año 1943, cuando regresaron los Grecos desde el Museo de Lugo al que habían sido trasladados en 1936. En 1984 se reforzó la seguridad con una puerta blindada y la alarma fue instalada con cargo a la Consellería de Cultura en los años previos al robo perpetrado en junio de 1993. Los cuadros viajaron a Japón en el 2013 para una muestra antológica sobre el Greco. Cuando se produce alguna de esas ausencias, son sustituidos en la pinacoteca por unas réplicas.