Un pato mandarín amplía la rica fauna del paseo fluvial del Cabe en Monforte

MONFORTE DE LEMOS

Los expertos creen que es un ejemplar asilvestrado que pudo llegar en una migración con algún bando de cercetas
14 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El ecosistema del Cabe a su paso por el casco urbano de Monforte posiblemente no haya experimentado cambios importantes en los últimos años. Pero la apertura de los paseos que flanquean el curso fluvial de un extremo a otro de la población, hasta alcanzar aguas abajo la parroquia de Piñeira, sí ha modificado radicalmente la percepción de este hábitat. Monforte dejó de darle la espalda al río y los viandantes reparan en la fauna avícola que elige esas riberas para invernar, indiferente a la proximidad de viviendas y automóviles. El catálogo incluye ejemplares de garzas comunes y reales, cormoranes grandes, una espátula común que se resiste a marchar y, más recientemente, un solitario y exótico pato mandarín.
Esta anátida de llamativos colores —de nombre científico Aix galericulata— es una especie originaria de China, Japón y Siberia, que llegó a Europa a finales del siglo XVIII a través de importaciones destinadas a parques y colecciones particulares de aves. Algunos ejemplares consiguieron liberarse de su cautividad y propiciaron el desarrollo de poblaciones silvestres, especialmente en el Reino Unido — destino preferente cuando se produjo su introducción —donde se localizan actualmente alrededor de mil parejas en libertad.
«É unha ave procedente do continente asiático atractiva e fácil de manter en cautividade que en Europa derivou en poboacións reprodutoras asilvestradas que se comportan como especies migratorias non domesticadas», explica el ornitólogo Xabi Varela. Además de en Reino Unido, existen poblaciones de estas características en Alemania y Países Bajos. Varela sugiere que el ejemplar de pato mandarín que se instaló en el paseo fluvial de Monforte puede tener alguna de esas procedencias. «É unha especie —señala— que se asocia bastante coas cercetas e puido chegar arrastrado por algún bando destas aves».
Entre noviembre y abril
La página web de la Sociedad Española de Ornitología dice del pato mandarín que su presencia «ha dejado de considerarse ocasional, existiendo observaciones de la especie tanto en la península como en los archipiélagos». Estas localizaciones se producen según explica, entre los meses de noviembre y abril. En Monforte, sin embargo, no había constancia de su presencia hasta la fecha al menos en el entorno del paseo fluvial. La foto que ilustra este reportaje fue tomada recientemente en el paseo del Malecón, en pleno casco urbano.
Esta misma semana otras personas han conseguido fotografiar al pato mandarín en el tramo del Cabe que discurre por la parroquia de Piñeira, por debajo del puente en el que finaliza el paseo fluvial. En esa zona fue avistado en algún camino relativamente alejado del río, donde posiblemente buscase un lugar de refugio. Los expertos detallan que tiene predilección por ocupar huecos de los árboles en las proximidades de ríos, lagunas y humedales.
La aparición de varios ejemplares de pato mandarín en 1996 en las Gándaras de Budiño llamó la atención de la Sociedad Española de Ornitología, por la proximidad a ese lugar de áreas industriales del municipio de O Porriño. También se avistaron algunos ejemplares de esta ave en los últimos años en pleno club náutico de Vigo y en la laguna de Mera, en el municipio coruñés de Oleiros.

La zancuda que llegó en pleno temporal el pasado mes de octubre se resiste a irse
Tras la llegada al paseo fluvial de los primeras bandadas de cormorán grande y de las garzas más madrugadoras, el pasado mes de octubre fue fotografiado en el Malecón de Monforte un ejemplar de corta edad de espátula común —Platalea leucorodia—, ave zancuda que hace escala en áreas costeras del norte de la península en sus migraciones invernales. Estos desplazamientos se producen habitualmente desde Holanda, Alemania y Dinamarca, y tienen como destino la costa mediterránea, el sur de España y algunas zonas del norte de África.
Los ornitólogos consultados coincidieron en señalar entonces que la presencia en Monforte de esta ave —en Galicia se las conoce como cullereiros— era un episodio excepcional y que al cabo de unos días reemprendería previsiblemente viaje hacia su lugar de invernada. La espátula, sin embargo, se siguió viendo hasta comienzos de diciembre desde la última hora de la tarde en el paseo del Malecón, cerca del puente viejo. A partir de esas fechas, su estampa pasó a ser habitual en la zona del paseo fluvial próxima a la Pinguela, en la desembocadura de la laguna y en el islote situado en la parte central del río aguas abajo de la pasarela más próxima. Allí seguía instalada esta semana.
El especialista en ornitología Xabi Varela considera que el hecho de que esta ave haya completado la invernada en Monforte «non é algo nada habitual». En Galicia, la principal escala en sus migraciones está situada en la costa de O Grove.