O Incio tendrá una aldea sostenible con casas de madera y huerto solar

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

O INCIO

De izquierda a derecha, el arquitecto Carlos Montaña, el alcalde de O Incio, Héctor Corujo; la esposa de Danny Ray Portilla, Elena Carralero; el constructor Francisco Gómez; y Danny Ray Portilla
De izquierda a derecha, el arquitecto Carlos Montaña, el alcalde de O Incio, Héctor Corujo; la esposa de Danny Ray Portilla, Elena Carralero; el constructor Francisco Gómez; y Danny Ray Portilla CARLOS CORTÉS

La empresa que lo promueve quiere construir 16 viviendas en Eirexalba

25 ago 2022 . Actualizado a las 17:27 h.

Un empresario jubilado nacido en Estados Unidos pero con raíces en Galicia se propone construir en una aldea de O Incio 16 viviendas ecológicamente sostenibles. Sus necesidades de consumo serán mínimas y tendrán huerta propia, pero dispondrán de todos los servicios básicos, también de internet por fibra óptica y de una conexión rápida por carretera con las principales núcleos de población del interior de Galicia. El proyecto se llama Aldea de Covo y está ya en marcha. La primera casa debería estar terminada antes de que termine la primavera del 2023.

El promotor de esta iniciativa se llama Danny Ray Portilla, un hombre con raíces familiares en O Incio pero nacido en Estados Unidos y que hasta la pandemia tenía su residencia habitual en Miami. Ahora lleva ya un tiempo instalado en Covo y está empeñado en sacar adelante un proyecto que le devuelva la vida a este lugar de la parroquia de Eirexalba, en una zona a medio camino entre la Ribeira Sacra y las montañas de O Courel. A Danny Ray Portilla se le ocurrió esta idea en Miami y bromea con que fue fruto de los encierros de la pandemia: «Lo pensé mientras contaba las olas del mar, que era de las pocas cosas que podía hacer en aquel momento».

Danny Ray Portilla atiende a un equipo de televisión este miércoles en la presentación de su proyecto en la aldea de Coto
Danny Ray Portilla atiende a un equipo de televisión este miércoles en la presentación de su proyecto en la aldea de Coto CARLOS CORTÉS

El encargado de darle forma a aquella idea fue el arquitecto Carlos Montaña, presente este miércoles en la presentación del proyecto, en en la propia aldea de Covo a la que también asistieron Danny Ray Portilla, el alcalde de O Incio, Héctor Corujo, y Francisco Gómez, de la constructora Gallaecia, la encargada de hacer las obras. «Este es el primer proyecto en Galicia que vincula la edificación pasiva con la permacultura», asegura Carlos Montaña. Los promotores del proyecto sostienen que la demanda de viviendas unifamiliares con exigencias mínimas de consumo energético es creciente y ellos apuestan por ese mercado.

Construidas en madera

Las nuevas casas de Covo serán construidas fundamentalmente en madera y están diseñadas para garantizar la máxima eficiencia energética posible. La urbanización tendrá un huerto solar pensado para que proporcione la mayor parte de la energía que las viviendas necesitan. Si bastará o no para que sean autosuficientes se verá sobre la marcha, pero en cualquier caso también estarán conectadas a la red eléctrica por si precisan un aporte extra. Además, las casas tendrán huertos ideados con arreglo a los principios de permacultura, el modelo de producción agraria que se atiene exclusivamente a patrones observados en la naturaleza. Y reutilizarán las aguas residuales y las de lluvia.

Las 16 nuevas casas de Covo y el terreno en el que asentarán ocuparán una superficie de algo más de 20.000 metros cuadrados. Está junto a la actual aldea, así que no hay problema para que el Ayuntamiento de O Incio conceda licencias. «O proxecto entra dentro do plan xeral, así que desde o punto de vista urbanístico isto é perfectamente posible», asegura el alcalde. De hecho, ya está concedida la licencia de construcción para dos casas y las obras empezarán el mes que viene. Los promotores tienen solicitada además licencia para otras dos y están a la espera de conseguirla.

Los promotores están abiertos tanto a vender las casas como a alquilarlas. Y las construirán en diferentes tamaños, aunque las parcelas están pensadas de forma que las viviendas puedan crecer en función de la necesidades de sus inquilinos, desde simples estudios a construcciones con hasta cuatro dormitorios.

Situación y comunicaciones

La aldea de Covo está a menos de un kilómetro del embalse de Vilasouto y a cuatro de A Cruz do Incio, la capitalidad municipal, donde están el Ayuntamiento, el colegio, el centro de salud y los demás servicios públicos del municipio. Los promotores de este proyecto también subrayan su proximidad al corredor entre Lugo, Sarria y Monforte, que comunica fácilmente la aldea con las principales localidades del interior de Galicia, y con Ourense a través de la N-120 y desde allí con el tren de alta velocidad hacia el centro de España. Covo tiene una decena de casas, pero muy pocos residentes permanentes. La mayoría son segundas viviendas.

Cantante «por accidente» y casual compañero de clase de Donald Trump

«Esta es la mejor manera de conseguir nuevos vecinos para Covo». Así resume Danny Ray Portilla uno de los objetivos fundamentales del proyecto Aldea de Covo, devolver vida al que siempre ha considerado su pueblo. La suya no es la tipica historia de niño emigrante que se marcha de su pueblo muy pequeño para hacer fortuna en América. Él en realidad nació en Estados Unidos, el país al que habían emigrado sus padres, él santanderino y ella gallega de O Incio. Con apenas dos meses lo trajeron a O Incio y aquí viviría durante dos años hasta que la familia volvió a Estados Unidos, ya para quedarse allí. Criado en Nueva York, Danny Ray Portilla trabajó en la industria del entretenimiento —en la que hizo de todo, incluso grabar algún disco de éxito como cantante en los años 70— y acabó asentándose en Miami como propietario de una productora de contenidos audiovisuales. Durante su juventud en Nueva York, fue al mismo colegio que Donald Trump, con el que compartió clase y algún desfile del día de San Patricio.