Románico en A Cova y Fión

cARLOS rUEDA, fRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

O SAVIÑAO

Un singular patrimonio caracteriza a dos parroquias de O Saviñao

07 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las parroquias de A Cova y Fión, en O Saviñao, destacan en el conjunto de la Ribeira Sacra por sus espectaculares paisajes de ribera y sus tradicionales viñedos. Pero también poseen un interesante -aunque no muy extenso- patrimonio románico que merece sin duda una visita detallada.

El recorrido puede empezar en Fión. Para llegar al punto de partida hay que salir de Escairón por la carretera que conduce a ambas parroquias. En el kilómetro 2,5 hay un desvío a la derecha para A Cova y en el km 3,1 otro, también a la derecha, que conduce a Fión, localidad situada a unos doscientos metros del cruce.

En el centro del pueblo llama la atención la denominada Casa Nemesio, una antigua vivienda señorial de notables dimensiones, en la que destaca un corredor con columnas dóricas de granito. En la fachada sobresale un aparatoso escudo de armas con la inscripción «Año de 1671». A la salida de Fión, después de pasar junto a un cruceiro, está la iglesia de San Lourenzo, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Muy alterada por sucesivas reformas y reconstrucciones, lo que conserva de su fábrica románica original es el ábside y unos canecillos decorados en lo alto de los muros. En el interior destacan unas pinturas murales en la bóveda del ábside, de época muy posterior, con el martirio de san Lorenzo, la Virgen en posición orante y la figura de Cristo dominando el conjunto. El templo también conserva un retablo mayor de estilo rococó del siglo XVIII. Hasta el siglo XVII, la iglesia de Fión dependió del priorato de San Martiño da Cova.

Unos doscientos metros más adelante hay un cruce de carreteras. Hay que desviarse por la de la izquierda. En el kilómetro 0,4 está el lugar de O Pousadoiro, desde donde se dominan unas bellas panorámicas del Miño y sus riberas. A continuación el vial comienza a descender de forma sinuosa a lo largo de un kilómetro. En el kilómetro 1,3 y en la mitad de una curva sale un sendero a la derecha que lleva hasta el arroyo de A Lama, a unos metros. En este lugar, el regato discurre entre grandes peñascos forma pequeños rápidos y vistosas cascadas, aunque en verano su caudal sufre una merma importante.